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El pleno del Consejo Nacional Electoral suele sesionar de manera virtual.cortesía

El CNE no quiere que el correísmo se victimice por la consulta popular

EXPRESO conoció que la decisión de permitir al correísmo hacer campaña para la Constituyente será más política que técnica

El Consejo Nacional Electoral decidió que el correísmo no podrá hacer campaña en el referéndum en el que se someterán dos preguntas al electorado: si está o no de acuerdo con la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano y si está o no de acuerdo en que se eliminen los fondos estatales para los partidos políticos. 

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Sin embargo, el mismo organismo tenía previsto para antes del cierre de esta edición, permitir a ese mismo movimiento político hacer campaña por la consulta relacionada con la instalación de una Asamblea Constituyente, cuyo objetivo será el de redactar una nueva Constitución para reemplazar a la que ese movimiento impulsó en 2007 y que se la conoce como la Constitución de Montecristi por haber sido redactada en esa ciudad de Manabí. Este medio conoció, en efecto, que había consenso para dar luz verde al correísmo para participar en esa campaña en la sesión prevista para las 18:30 del viernes 3 de octubre.

La noticia sobre el derecho a participar en la campaña tiene que ver con el uso de fondos del estado para promocionar el Sí o el No en las preguntas que ya están aprobadas y que, por el momento, son únicamente las dos que se mencionan el párrafo anterior: el Ejecutivo aún puede enviar nuevas preguntas que ya fueron calificadas por la Corte Constitucional. Esto quiere decir que, independientemente del uso de fondos del CNE en medios de comunicación o en actos públicos, el correísmo podrá hacer campaña en otros escenarios, por ejemplo en redes sociales que es dónde realmente se queman las papas.

La decisión del CNE se la tomó bajo el argumento de que la Revolución Ciudadana no puso a consideración de su convención nacional el tema de la consulta, lo cual es obvio porque ese movimiento no ha tenido una convención nacional desde 2021, es decir mucho antes de que el actual presidente Daniel Noboa hubiera convocado a esta consulta popular. 

Según el informe del CNE que fue aprobado, la Revolución Ciudadana debió convocar a su convención para consultar sobre qué posición debe tomar el movimiento frente a la consulta. El máximo organismo electoral sostuvo que los documentos que presentó el partido eran relativos a la convención nacional de Montecristi del 28 de agosto de 2021. “Por lo tanto, al no encontrarse definido el órgano interno que emitió la resolución según su máximo organismo normativo; no cumple lo establecido…”, dice el informe aprobado el 2 de octubre.

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La presidenta de la Revolución Ciudadana, Luisa González, invocó otro artículo del Código de la Democracia y dijo que a falta de convención, la aprobación de la línea que el partido seguirá en la consulta fue hecha por el Buró del partido. Sin embargo, el CNE examinó los documentos presentados por González y no los encontró fiables. “Evidentemente la señora González falseó una acta del buró y la firmó junto al vicepresidente del partido Andrés Arauz”, le dijo a este medio un asesor jurídico del organismo que observó el proceso. 

Todo indica, de acuerdo a la información que tiene el CNE, que Luisa González no hizo bien los trámites. No señala en esa acta quiénes participaron en la reunión ni cómo se tomó la votación. Este trámite, se dijo en el CNE, lo cumplió perfectamente Marcela Aguiñaga cuando era presidenta del movimiento y así sí pudo participar del financiamiento electoral para la campaña de la consulta convocada por Guillermo Lasso en 2023.

Esta decisión del CNE parece ajustarse perfectamente a las normas, aunque a primera vista se podría pensar que se la tomó para perjudicar al correísmo. Mucho se conjeturó con la idea de que esta negativa era una maniobra de los vocales del CNE para evitar que el correísmo haga campaña y así asegurar que Daniel Noboa pueda salir airoso de la consulta. Pero los argumentos de la máxima autoridad parecen ser coherentes con la normativa.

El problema aparece cuando se considera que ese organismo elaboró un informe, que iba a ser aprobado hoy viernes 3 de octubre del 2025 por la tarde, autorizando la participación del correísmo en la campaña para consulta de la Asamblea Constituyente (ojo no de las dos preguntas aprobadas por la Corte Constitucional) con los mismos documentos presentados por Luisa González para el caso de la consulta sobre las preguntas ya aprobadas. 

En otras palabras, con los mismo documentos y requisitos presentados en el caso anterior por Luisa González, el CNE se disponía a aprobar la participación del correísmo en la consulta donde se pregunta sobre la convocatoria a Constituyente. ¿Si no valieron para lo uno, por qué valen para lo otro? Esa es la pregunta del millón.

¿Qué le dijo la fuente del CNE a EXPRESO?

Fuentes vinculadas al CNE le dijeron a este medio que la decisión iba a ser más política que técnica. Lo que se consideró es que si se le prohibía al correísmo a hacer campaña por el tema de la Asamblea, ese movimiento se iba a victimizar y sacar provecho de una decisión que podía venderse por los dirigentes de la Revolución Ciudadana como un perjuicio injustificado. Si bien hasta el cierre de esta edición, no se había votado, ese medio tuvo acceso al informe que iba a ser aprobado y que recomienda la autorización.

De lo que se sabe, la Revolución Ciudadana hará campaña, con o sin acceso a los recursos estatales, por el No en ambas consultas. Esto, a pesar que de que el máximo líder del movimiento, el prófugo Rafael Correa haya dicho que está de acuerdo en que se convoque a una nueva Constituyente, ya no para aprobar una nueva Constitución pero sí para echar del cargo a Daniel Noboa.

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