Editorial: Creciente convulsion mundial

El mundo creyó que, terminada la “guerra fría”, que se inició tras el fin de la Segunda Guerra Mundial al enfrentarse las dos más grandes potencias del mundo de entonces: los EE.UU. capitalista y la Unión Soviética comunista, la paz reinaría en el planeta.

Sin embargo, se produjeron las guerras en Corea y Vietnam. Y en la actualidad, en diversas partes del planeta, se han dado protestas, causando destrucción y muerte.

Los ecuatorianos hemos sufrido, en este mes, la violenta acción terrorista que, paradójicamente, se dio con una movilización indígena, que se autocalificó de pacífica.

En Cataluña protestan los separatistas por las penas de cárcel impuestas a sus dirigentes; en Bolivia la oposición sale a las calles a denunciar el fraude electoral; en Chile se reclama por las medidas que dictó (aunque ya las retiró) el presidente Piñera; en Haití se exige la dimisión del Primer Mandatario; en Hong Kong sigue la lucha por su autonomía; en la frontera siria se enfrentan turcos con kurdos, amén de otros problemas que, al no ser superados, provocan una violencia creciente.

Por ello, es necesario sumarse a la campaña por la paz, iniciada en el Ecuador bajo los mejores augurios.