“Ecuador no está lejos del conflicto”: analistas ven efectos por guerra EE.UU.–Irán

Aunque la guerra entre Irán y Estados Unidos ocurre a miles de kilómetros, Ecuador no está aislado de sus consecuencias. “En un mundo interconectado ningún país está lejos del conflicto”, advirtió Carlos Estarellas, exsubsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores del Litoral, al analizar la postura diplomática ecuatoriana ante la tensión creciente en Medio Oriente.

Estarellas señala que, en caso de una escalada bélica, Ecuador enfrentaría una serie de efectos, especialmente en lo económico. “Todo se va a encarecer, eso nos afectaría directamente. Tenemos una economía dolarizada y si EE.UU. entra en una confrontación, también se nos va a complicar”, afirmó.

Tensión creciente: ataque de EE.UU. a Irán

El conflicto se intensificó luego de que Estados Unidos lanzara un ataque con misiles sobre instalaciones nucleares iraníes, alegando que Irán había cruzado una línea roja. Este hecho marca un punto crítico en una guerra que ha escalado desde las hostilidades entre Israel e Irán, pasando por ataques de grupos como Hamás, Hezbolá y los hutíes.

Para Jorge Vaca, abogado del grupo Consulegis, la acción de EE.UU. tiene múltiples lecturas. “Trump dijo que analizaría la participación de EE.UU. en esta guerra, y al día siguiente bombardeó Irán. Hay una presión interna y externa que podría desencadenar una guerra de gran escala”, comentó.

Riesgos comerciales para Ecuador

Uno de los principales temores es la interrupción del suministro de petróleo a nivel global. “Si Irán decide cerrar el Estrecho de Ormuz, donde pasa el 30% del petróleo mundial, el crudo podría llegar a USD 150. Y con el petróleo sube todo”, explicó Vaca. Esto afectaría directamente los costos logísticos, de transporte y de producción en Ecuador.

El país también depende fuertemente de sus exportaciones hacia EE.UU., incluyendo banano, flores, cacao, petróleo y camarón. Una crisis económica o militar en su principal socio comercial podría debilitar la balanza comercial. “Una guerra abierta siempre va a tener repercusiones directas e indirectas de forma global, y Ecuador obviamente no estará lejano de éstas”, afirmó José Portugal, director de la carrera de Derecho en la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).

Diplomacia y neutralidad ecuatoriana

Portugal recomienda una posición ecuatoriana alejada de los extremos: “Ecuador debe mantenerse neutral en este conflicto. No es un actor directo ni tiene intereses determinantes”. Y añadió que el Gobierno debe actuar con responsabilidad: “Por regla general, un conflicto bélico no debería afectar los tratados bilaterales o multilaterales que mantiene Ecuador con Estados Unidos”.

Estarellas coincide en que la prudencia es esencial: “No era el momento para que el presidente viaje a China. Ese país tiene vínculos con Irán, y Ecuador necesita ayuda internacional contra la delincuencia, no conflictos diplomáticos”.

Impactos migratorios y seguridad

Otro frente de preocupación es el migratorio. Estarellas alertó que “Ecuador no solicita visa a muchos países, y por su posición podría recibir ciudadanos que huyen del conflicto. Ya hay iraníes en Venezuela y Bolivia”. Por ello, recomienda aumentar los controles migratorios.

En temas de seguridad interna, Ecuador podría verse expuesto a nuevos desafíos si la crisis escala. Los recursos internacionales podrían redirigirse hacia zonas de conflicto, debilitando las ayudas destinadas al combate contra el crimen transnacional en la región andina.

Geopolítica y ruta de la seda

El conflicto también podría afectar las relaciones emergentes con China. Jorge Vaca considera que el viaje de Noboa a Asia es una movida estratégica. “El mercado chino es millonario, y Ecuador necesita diversificar sus alianzas comerciales en un mundo multipolar”.

Sin embargo, advierte que cualquier acercamiento debe manejarse con equilibrio. “Trump tiene una forma agresiva de negociar. Si siente que Ecuador se aleja de su órbita, podría tomar represalias comerciales”, comentó Vaca.

Un país entre dos fuegos

Estar cerca de Estados Unidos, pero también querer desarrollar vínculos con China, deja a Ecuador en una posición delicada. “Ecuador no gobierna para EE.UU., gobierna para su pueblo. Por eso debe mantener relaciones con ambos bloques sin alinearse”, opinó Portugal.

El tratado de libre comercio con China, el acuerdo para evitar la doble tributación y otras alianzas son fundamentales para sostener el crecimiento económico. Pero si el conflicto escala, la estabilidad de esas relaciones también podría tambalearse.

Neutralidad, paz y preparación

Los analistas coinciden en que la mejor estrategia es mantenerse firmes en la neutralidad y actuar con prudencia. “Desde 1830, Ecuador ha sido un país de paz. Debe promover la paz en los organismos internacionales y proteger sus intereses internos”, enfatizó Estarellas.

“Los países en conflicto reestructurarán sus prioridades. Eso podría repercutir en las políticas internas de EE.UU., afectar nuestras exportaciones y provocar inestabilidad en los mercados globales”, concluyó Portugal.

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