
Salario básico 2026 en Ecuador: ¿En cuánto subirá?
El salario básico en Ecuador podría subir en 2026. Estas son las proyecciones y factores que influirán en el monto final
El salario básico en Ecuador para 2026 aún no ha sido definido oficialmente, pero las proyecciones apuntan a un aumento moderado respecto a los $470 vigentes en 2025. El anuncio oficial del Ministerio de Trabajo se espera para finales de 2025.
El reajuste del salario básico unificado (SBU) es uno de los temas más esperados cada fin de año en Ecuador. Con el nuevo año 2026 en el horizonte, trabajadores y empleadores aguardan la decisión del Gobierno y del Consejo Nacional de Salarios: ¿cuánto aumentará el salario básico en Ecuador en 2026? En esta nota analizamos las proyecciones, los factores que entrarán en juego y las posibles cifras.
Contexto: ¿Dónde está Ecuador ahora?
Para 2025, el Salario Básico Unificado en Ecuador se fijó en $470 mensuales. Ese aumento representó un alza del 2,174 % respecto al salario de 2024. Aun con ese ajuste, analistas señalan que el salario básico está lejos de cubrir el costo de la canasta básica familiar en muchas ciudades ecuatorianas. Con esa base, el interrogante ahora gira en torno a cuál será el monto para 2026.
¿Cuáles son las proyecciones para 2026?
Si bien no existe todavía un decreto oficial, algunas estimaciones y modelos sugieren que el salario básico en 2026 podría rondar los $480 mensuales, según proyecciones de expectativas económicas. Esa cifra implicaría un creciente pero moderado alza frente a 2025.
Lo cierto es que si empleadores y trabajadores no logran un consenso para fijar el nuevo valor, será el Gobierno quien establezca el nuevo monto. De acuerdo con la ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, y tomando como referencia el crecimiento económico proyectado por el Banco Central del Ecuador (BCE) en agosto —del 3,4 %—, el incremento estimado sería de $16. Lo que fijaría el SBU en $486 para 2026.
Factores clave que podrían influir en el alza del SBU 2026
Al estimar el posible aumento, es importante considerar algunos elementos:
- Inflación proyectada: El ajuste salarial casi siempre contempla el porcentaje de inflación acumulada durante el año previo, para preservar el poder adquisitivo real de los trabajadores.
- Crecimiento económico del país: El desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) condiciona la capacidad del Estado y las empresas de asumir mayores costos laborales.
- Presión de sindicatos y organización de trabajadores: Las demandas sindicales jugarán un rol crucial en las negociaciones del Consejo Nacional de Salarios.
- Situación de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas: Si la economía se desacelera o los costos operativos suben demasiado, será más difícil imponer aumentos altos sin riesgo de desempleo o cierre de negocios.
- Políticas sociales del Gobierno: Dependiendo de prioridades políticas, el Ejecutivo podría optar por un aumento más generoso como medida de apoyo social, o bien moderado para evitar impactos negativos en las finanzas públicas.
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