Economía

Certificados falsos y costos de revisión en puertos afectan a los exportadores de plátano

La Asociación de Exportadores (Asoexpla) exige atención a las autoridades sanitarias y portuarias.

Plátano
Ecuador exporta entre 130 a 200 contenedores cada semana.Guillermo Lizarzaburo

Certificados fitosanitarios falsos y cobros “desmedidos” en una terminal portuaria afectan el desarrollo normal de las exportaciones de plátano.

La presidenta de la Asociación de Exportadores de Plátano (Asoexpla), María Auxiliadora Rodríguez, expresó que compañías exportadoras que no cuentan con calificación operan hacia Chile con certificados fitosanitarios falsos.

“Como consecuencia, se ha hecho un llamamiento a las autoridades fitosanitarias de nuestro país para que tomen las medidas de seguridad correspondiente. Este trámite provoca una retención de los contenedores que sí cumplen los requisitos de ley, lo que afecta directamente la vida útil del producto”, agrega.

Como consecuencia de lo anterior, anota, “requerimos mayor control de los centros de acopio para verificar el estatus de sus instalaciones en el cumplimiento de las normas de bioseguridad, inocuidad alimentaria y fitosanitaria. En el cantón El Carmen (Manabí), donde se concentra la mayor producción de exportación, existen centros de acopio que no cumplen el requisito para la exportación de plátano.

RespuestaLa subsecretaria de Puertos, María Verónica Alcívar, señala que se está levantando la información del caso en las terminales.

Asoexpla también le envió una carta a María Verónica Alcívar, subsecretaria de Puertos y Transportes Marítimo y Fluvial, “por el incremento desmedido de inspecciones de los preembarques desde hace algunos meses.

“Se encuentra afectada y perjudicada nuestra estructura de costos por la falta de infraestructura y seguridad de las instalaciones de las terminales portuarias, siendo una de ellas Contecon, donde realizan inspecciones preembarques entre 60 a 70 contenedores semanales. Como usted bien conoce, la finalidad de dichas inspecciones es confirmar si está contaminada la unidad con el denominado gancho ciego”.

Se trata de una modalidad utilizada por el narcotráfico: una vez que el contenedor ya fue revisado por la aduana y está a punto de ser subido al barco, un empleado lo abre, mete bolsos o mochilas llenos de cocaína y lo vuelve a cerrar con precintos similares a los originales”. Muchas veces a la misma unidad que se somete a una inspección completa, se la revisa también antes del embarque al buque, por lo que el exportador debe asumir el pago de nuevo. 

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Es preocupante también, señala Rodríguez, que por la falta de tiempo en la ejecución de estos procedimientos, "algunos contenedores se quedan hasta la siguiente semana". 

"Los exportadores no estamos opuestos a inspecciones y procedimientos que se realizan, más bien representa para nosotros una seguridad y tranquilidad de que desde origen el contenedor certifica no haberse contaminado, pero si es preocupante los valores que pagamos semanalmente por cada unidad, que para el caso del Pre embarque es 160 dólares, siendo el perfilado la terminal (tiene un perfil de riesgo), mas no el exportador".