Duran y Chonillo

Los ecuatorianos en los diferentes lugares que habitan, se encuentran en un estado de angustia e indignación al contemplar el dispendio de los fondos públicos y el latrocinio que ha azotado al Ecuador durante la década del tsunami socialista del siglo XXI.

Durán, nuestro vecino, es el quinto cantón más grande del Ecuador y pese a ello vive en un estado de postración estructural, ambiental y administrativa, ya que carece de los más importantes servicios de los que debería gozar. Dentro de este oscurantismo sociopolítico surge la presencia de Luis Chonillo, cuya visión cosmopolita en materia de servicios comunitarios es amplia, habiéndose destacado además como empresario con una excelente formación administrativa y de comercio exterior, al mismo tiempo que se ha destacado como activista con profunda convicción social.

Durán llena todos los requisitos para destacarse como un punto de atracción turística e industrial y convertirse en un polo de desarrollo, con miras a reivindicar la condición socioeconómica de sus habitantes.

Quienes conocemos a Luis, estamos convencidos de que su presencia como alcalde de Durán cambiará la fisonomía de tan importante cantón, ya que sin lugar a dudas podrá desarrollar con éxito los ejes transversales de prospección socioambiental, favoreciendo una adecuada participación de la comunidad, con la debida inclusión social y el respeto a la diversidad en su más amplio concepto.

Será motivo de su gran preocupación el dotarlo de un suministro de agua potable permanente, así como de un servicio de alcantarillado óptimo, recolección de basura y desechos. Fortalecerá una adecuada cobertura de servicios de salud, orientándose hacia la farmacodependencia infantojuvenil y aportando recursos, tanto para su prevención como para su recuperación y reinserción social.

La seguridad ciudadana será motivo de una especial dedicación y se adoptarán algunas medidas para controlar la delincuencia, fortaleciendo la educación familiar y general, y aumentando espacios recreativos para mejorar el esparcimiento ciudadano. Duraneños: ¡Chonillo alcalde! Y sigo andando...