Silencio. En su solitario local, Juana Tapia espera la llegada de clientes.

Duran cambio las fritadas por la desolacion

La escena de lanchas arribando a un festivo malecón de Durán, repleto de personas comiendo y bailando en la decena de frintanguerías a lo largo del bulevar, solo existe en el recuerdo de Juana Tapia, única ‘fritanguera’ que permanece en el remodelado s

La escena de lanchas arribando a un festivo malecón de Durán, repleto de personas comiendo y bailando en la decena de frintanguerías a lo largo del bulevar, solo existe en el recuerdo de Juana Tapia, única ‘fritanguera’ que permanece en el remodelado sitio.

Tapia señala que hasta el lugar aún llegan turistas de otras provincias, confundidos, intentando descifrar si aquella desolada calle es en verdad el lugar donde se venden las fritadas de las que todos hablaban.

La historia inició un par de años atrás, cuando los propietarios de los locales donde funcionaban las fritanguerías, decidieron finiquitar los arriendos para dar paso a la construcción de un supermercado.

Los desalojados recibieron una oferta de reubicación por parte del Cabildo; sin embargo este tendría lugar en un sector, que según Tapia y otros microempresarios es poco transitado, lo que les resultaba pérdidas para el negocio.

A unas calles cerca del centro de Durán migró la fritanguería Chimborazo. Su propietario, Pedro Barrero, cuenta que, en su caso, el mayor problema lo representaba la falta de espacio, mismo que le impedía atender el número de clientes necesarios para hacer rentable su trabajo.

Pero la falta de espacio y la ‘inconveniente’ ubicación no son los únicos problemas que motivaron a los fritangueros a migrar a otros barrios: Olga Bastidas, quien atiende el conocido “Chanchito de Marthita”, ahora junto a las vías del tren, resalta que el concepto de fritanguería solía incluir música y baile, algo que les fue prohibido en el área, por lo que los restaurantes que ahora buscan captar clientela, deben hacerlo estrictamente a través de la oferta gastronómica.

Por dos semanas, EXPRESO intentó conocer la postura del Municipio de Durán, mas no ha recibido una respuesta a las interrogantes planteadas.

Prohibición. En 2015 la Alcaldía de Durán decidió no dar más permisos a los bares del malecón Alfredo Palacio, en pleno centro.