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Drone que busca al monstruo del Lago Ness halla a su “doble cinematografico”

Un drone marino de última generación que intenta encontrar en las profundidades del Lago Ness a una de las bestias más escurridizas de la naturaleza halló un “monstruo”, pero no al que estaba buscando.

El muñeco de la película “The Private Life of Sherlock Holmes”; el diseño no convenció al director, se hundió y fue reemplazado

LONDRES. Un drone marino de última generación que intenta encontrar en las profundidades del Lago Ness a una de las bestias más escurridizas de la naturaleza halló un “monstruo”, pero no al que estaba buscando.

En vez de encontrar al famoso monstruo del Lago Ness escocés, la investigación descubrió una réplica de nueve metros usada en la película de 1970 “The Private Life of Sherlock Holmes”, que se hundió hace casi 50 años cuando se le quitaron los flotadores.

La investigación de la compañía noruega Kongsberg Maritime es la más detallada hasta la fecha de las heladas profundidades del lago. El drone puede mapear extensas áreas hasta a 457 metros de profundidad y es usado con frecuencia para localizar aeronaves hundidas. El aparato halló también restos de un naufragio.

Lejos de estar decepcionado por el hallazgo de la réplica, Steve Feltham, quien ha buscado a “Nessie” por 25 años, dijo que los mapas del fondo del lago le ayudarán en su aventura.

“Podemos enviar cámaras a observar cualquier cosa de interés, que podría acabar siendo la carcasa del animal. El drone mostró que hay mucho más para investigar”, afirmó.

El primer registro escrito sobre un monstruo data de la época del monje irlandés San Columbano, quien se dice que desterró a una “bestia marina” a las profundidades del río Ness en el siglo VI.

La imagen más famosa del monstruo, conocida como “la foto del cirujano”, fue tomada en 1934 y mostraba un supuesto animal de cuello largo emergiendo de las aguas. Sesenta años más tarde fue revelado que se usó un modelo de un monstruo marino sujetado a un submarino de juguete.

Durante años se han realizado infinitos intentos por encontrar al monstruo, en particular en el 2003, cuando la cadena BBC financió una investigación científica que usó 600 sensores y rastreo por satélite para hacer una búsqueda por todo el lago. Concluyó que probablemente no había nada en las aguas.