Operación. Migrantes elevan a un niño hacia una barcaza mientras esperan a rescatistas de la ONG Proactiva, el miércoles en el mar Mediterráneo.

Dramatico rescate en el Mediterraneo

El lunes, 6.000. El martes, 4.655. La cifra de personas rescatadas en el Canal de Sicilia arroja una idea de la magnitud del éxodo. En solo 48 horas, más de 10.600 migrantes partieron de las costas de Libia para intentar llegar a Italia y dejar atrás l

El lunes, 6.000. El martes, 4.655. La cifra de personas rescatadas en el Canal de Sicilia arroja una idea de la magnitud del éxodo. En solo 48 horas, más de 10.600 migrantes partieron de las costas de Libia para intentar llegar a Italia y dejar atrás la guerra y el hambre. De ellos, nueve murieron el lunes y 28 el martes, según los datos de la Guardia Costera italiana, que coordinó 72 operaciones de rescate en dos días en las que participaron medios del Gobierno italiano, privados y organizaciones humanitarias. La tripulación del buque español Astral, perteneciente a la ONG Proactiva, encontró una barca de madera, a la deriva junto a las costas de Libia, en la que se había desatado un incendio que provocó la muerte de 22 personas.

“Hubo pánico a bordo, gente que saltaba al agua”, contó Aris Messinis, fotógrafo de la AFP, testigo directo del drama desde el Astral.

Las imágenes de Messinis resultan un testimonio sobrecogedor, con cientos de personas, entre ellas niños y mujeres, apretujadas y aterrorizadas hasta más no poder en un barco de madera y en lanchas neumáticas, donde contó y fotografió varios de los 22 cadáveres aplastados, muertos por asfixia, en el fondo de la embarcación.

En algunas fotos, los vivos tratan de evitar pisar a los muertos, hombres y mujeres, que tapizan el fondo de la lancha neumática, una de las imágenes más estremecedoras que la agencia decidió publicar pese a su crudeza.

“Había como mil personas a bordo del barco más grande, el de madera, estaban repartidos en tres niveles”, dijo Messinis.

El responsable de la misión del Astral, Gerard Canals, comentó que el pánico cundió cuando un cortocircuito provocó una humareda en el navío. “De repente 200 personas se arrojaron al agua”, afirmó.

William Lacy Swing, director de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), volvió a pedir ayer a las autoridades de Europa que cambien su actitud ante el fenómeno de la migración.

“Este año han muerto 3.500 inmigrantes en el Mediterráneo, más que en 2014 y 2015. Eso demuestra que hay que cambiar, hay que hacer algo diferente, nuestras políticas no funcionan”, recalcó.

Después de los dramáticos naufragios que conmovieron al mundo en 2013, fueron creados varios dispositivos para rescatar a los migrantes. Sin embargo, los migrantes siguen muriendo, y el Mediterráneo sigue siendo un cementerio.