En algunos puntos de las 3,7 hectáreas en las que se desarrolla el parque lineal de la ciudadela Kennedy Norte hay unas tres réplicas en miniaturas de viviendas, cuyos ocupantes son algunos de los gatos callejeros que conviven en ese espacio aledaño al estero Salado.

Las casas fueron colocadas por vecinos que llegan al lugar a realizar sus ejercicios (mañaneros o nocturnos) o a hacer caminar a sus perros.

Este sitio ha sido escogido para implementar el primer parque canino de la ciudad.

“Esta semana deberá estar lista el área, aunque en teoría esperamos que sea inaugurada en un par de semanas”, aseguró a EXPRESO el concejal Josué Sánchez, quien promovió en el concejo cantonal la aprobación de la Ordenanza de Apoyo a la Protección Integral de los Animales de Compañía.

El área está ubicada a un costado de la segunda entrada desde el puente que une a las avenidas Miguel Granado, Dr. Luis O. Cornejo (Urdesa) con la José Santiago Castillo, la cual corre paralela al parque lineal.

“Solo estamos terminando de instalar señalética y bebederos”, dijo por su parte Eliana Molinero, encargada de la Jefatura de Bienestar Animal, oficina creada a partir de la ejecución de la ordenanza minimalista, y que estará a cargo de la ejecución de varias actividades que impone la normativa al Municipio de Guayaquil, entre estas, un censo y el registro de las mascotas de la ciudad.

Este parque es el primero de una serie. Su implementación fue ejecutada por medio de un convenio interinstitucional entre el Gobierno Descentralizado de Guayaquil y la empresa Nestlé del Ecuador.

Esta multinacional se comprometió a implementar nuevas cabinas en dos parques más de la ciudad. Un proyecto que planea ejecutar el 2017.

La empresa estará a cargo precisamente de dispensadores de fundas recicladas. Además, es dueña de la línea Purina (alimentos para perros y gatos).

La habilitación de un parque para perros, donde estos animales se los podrá incentivar a realizar actividades recreativas, es muy bien vista por los vecinos. Jorge Marroquín es uno de ellos. Reside del lado de Urdesa y cada mañana traslada a su perro hasta ese parque.

“Ya era tiempo que Guayaquil tuviese un área destinada para los perros. En esta ciudad casi todos tenemos mascotas”, dijo este guayaquileño.

Manuel Barros, quien vive del lado de la Kennedy Norte, también le agrada la idea de un área para perros, pero indaga sobre si habrá un espacio para los gatos que habitan en el parque.