Dos ninos amanecieron degollados en una casa de la localidad de Muey

Los juguetes con los que se divirtieron hasta la tarde del miércoles aún permanecían regados en el patio de la vivienda, donde -la madrugada de ayer- fueron asesinados mientras dormían.

Los moradores del barrio Arena y Sol de la parroquia José Luis Tamayo, también conocida como Muey, jurisdicción del cantón Salinas en Santa Elena, no podían creer lo que a gritos la madre de dos niños de 4 y 6 años pedía auxilio.

A los pocos minutos, Marcelo Noguera, jefe del Comando Provincial de la Policía, acudió a la escena del crimen y confirmó que los menores tenían cortes en el cuello, realizados con un arma blanca (aparentemente cuchillo). El ministro del Interior, José Serrano, escribió en su cuenta de Twitter que el posible móvil del crimen sería una riña de pareja.

Los progenitores de 22 y 23 años de edad narraron a los agentes que les intentaron robar en la casa y los delincuentes asesinaron a sus vástagos. La versión carecía de sustento y por las contradicciones fueron llevados a la Policía Judicial para ser investigados.

Rocío Rivera vive junto al inmueble donde ocurrió el hecho. La mujer contó que a eso de las cinco de la mañana escuchó a la madre de los niños.

“Ella me gritaba vecina ayúdeme, mis hijos están muertos, corrí enseguida hasta la puerta y vi por la ventana que ella cargaba al más pequeño entre sus brazos”, contó.

Igual que otros vecinos que escucharon los ruidos, corrió a la entrada principal de la vivienda, pero no pudo ingresar porque estaba cerrada. Luego vieron salir al esposo para pedir ayuda y que después arribó la policía.

A los allegados de la pareja les costaba creer que los padres tengan responsabilidad en el doble crimen y, aunque reconocían que tenían problemas en el hogar, no creen que sean capaces de cometer algo así.

“Él es como todo muchacho normal, lamentablemente se quedó huérfano de niño y yo me hice cargo de él. Se hizo de compromiso con esta chica jovencita, los dos niños fallecidos son sus propios hijos”, manifestó Hugo Escandón, padre de crianza del detenido.

La multitud que llegó para ver lo que había ocurrido también terminó asombrada. “No puede ser que hayan matado a dos criaturas inocentes, el que lo haya hecho no tiene perdón de Dios, la policía debe investigar bien para que el o los culpables reciban su castigo, sea quien sea”, dijo Valentín Soriano, presidente de la parroquia.

Desde las 08:00, los esposos estaban en la Policía Judicial para los interrogatorios. No existió un pronunciamiento oficial de sus declaraciones, pero se conoció que serían llevados a la Unidad Judicial Multicompetente Penal para que enfrenten una audiencia de formulación de cargos, donde se sabría si tuvieron o no responsabilidad en el doble crimen. JL