Familias enteras salieron al caminar, con sus altares en manos o en improvisados cochecitos.

Mas de dos horas de recorrido por ‘La Churonita’

Decenas de personas recorrieron las calles Machala, Cuenca, Los Ríos, Portete, García Goyena y la 25, mientras cantaban y rezaban.

Luego de un recorrido de más de dos horas, la Virgen del Cisne arribó hasta el templo de Nuestra Señora del Divino Niño, en la parroquia San Vicente de Paúl. La procesión empezó a las 17:00 de hoy 24 de agosto de 2019 en la Iglesia San Agustín, en Luis Urdaneta y Pedro Moncayo, en el centro de Guayaquil.

Decenas de personas recorrieron las calles Machala, Cuenca, Los Ríos, Portete, García Goyena y la 25, mientras cantaban, rezaban y otras, bailaban en honor a ‘La Churonita’, como conocen a la Virgen que tiene su principal centro de culto en la parroquia El Cisne, de Loja.

Familias enteras salieron al caminar, con sus altares en manos o en improvisados cochecitos. Una de ellas fue la Gamarra Solórzano, que guarda una tradición de más de 23 años realizando la procesión.

María Solórzano llevaba su propio altar, que había montado en un coche. Ella confesó que se hizo devota a ‘La Churonita’ desde que tuvo la pérdida de un bebé y, luego de pedirle por su salud, concibió a su hijo Jairo. Las historias de devoción se replicaban.

En el lugar se esperaba a más de 70.000 fieles. Este año, la procesión tuvo un enfoque ecológico, que se originó en la encíclica ‘Laudato si’ del papa Francisco, que hizo un llamado a cuidar el medio ambiente. Durante el recorrido, los fieles evitaron arrojar desechos en las calles.