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Dos guayaquilenas brillan en la literatura mundial

Las obras de María Fernanda Ampuero y Mónica Ojeda están en las listas de mejores libros de 2018 en el exterior. Ambas fueron publicadas en España.

Gabriela Silva (izquierda) y Adelaida Jaramillo, de Palabralab conversaron con Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero (centro).

La familia, la fe, la escuela. Sitios tradicionalmente seguros que, en ‘Mandíbula’ y ‘Pelea de gallos’, se convierten en protagonistas del horror y el daño. Es quizás esta contradicción, y la exploración del miedo desde lo íntimo, lo que ha convertido las obras de las autoras guayaquileñas Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero, en éxitos sin precedentes.

El lunes de noche, en un conversatorio organizado por Palabralab, en el auditorio del centro comercial Alhambra, las escritoras, ambas radicadas en España, discutieron los pormenores de su obra, su afán por quebrar los mitos y sus muy merecidos lugares en la lista de los mejores libros del año.

Y es que, tanto la novela de Ojeda, como el libro de relatos de Ampuero, culminan el año en las prestigiosas listas de Babelia (de diario El País de España) y del New York Times, respectivamente.

En común, además de su estado de migrantes, las autoras tienen una afición por ahondar en la feminidad y su relación con el horror. “Para mí, no hay nada más oscuro que la feminidad. Es que implica que no puedes alterarte, no puedes llorar, no puedes ser débil, tu maquillaje tiene que estar perfecto, no puedes ser gorda. Mirarte al espejo y odiarte porque no encajas en los cánones que le imponen a la mujer, es oscuro”, subrayó Ampuero.

Ojeda agregó que lo mismo se traduce a espacio como la escuela y la familia, ambos temas que aborda su novela desde el secuestro de una estudiante de un colegio de élite de la ciudad, a manos de su maestra de Literatura. “Pensamos en la violencia desde la otredad, pero la realidad es que las familias son lugares de violencia, cometidas por quienes consideramos más cercanos y por quienes supuestamente nos quieren”.

Ambas consideran, no obstante, que los temas no necesariamente se deben abordar desde lo explícito ni lo panfletario para ser visibles. Más bien, abordan la importancia de la empatía a la hora de narrar. “Es necesario tener una posición y defenderla sin la necesidad de ser panfletario. No tengo que decir que soy feminista para serlo. Nosotras más bien, no lo decimos, sino que te contamos una historia y tú partes de ahí”, remarcó Ojeda.

Curiosamente, pese a la amplia apertura que las obras han recibido en el exterior, dentro del país, al menos desde lo institucional, el impulso a los libros y las autoras ha sido menor (ver subnota). Son otros escritores, críticos y los propios lectores los que han destacado públicamente a las guayaquileñas como los rostros más visibles de la Literatura ecuatoriana en el extranjero. Sin embargo, este título, el de “escritora ecuatoriana”, no es uno que atraiga a ninguna de las dos, pues ambas dicen no considerar su nacionalidad un factor vital en su obra.

“Lo que digo seguramente va a ser impopular, pero no sé exactamente qué es ser ecuatoriana. Escribo desde lo que sé, que sí tiene que ver mucho con el entorno en el que crecí, pero no sé si eso es ser ecuatoriana. Si tuviera que decir que tengo una identidad geográfica, diría que me siento del sur”, comentó Ojeda. Para Ampuero la identidad territorial con la que se identifica es ‘costeña’.

En cuanto al futuro, las dos autoras ya están trabajando en nuevos proyectos. Ojeda en lo que califica como una novela “gótica andina” y Ampuero en otro libro de cuentos, este titulado ‘Las elegidas’. Al respecto, adelantó que se trata de una obra que da voz a mujeres bíblicas que tradicionalmente han sido silenciadas. “Si se dan cuenta, la Virgen María, a quien se ha establecido como modelo de mujer, dice unas ocho palabras en toda la Biblia”.

Un apoyo estatal escaso

Pese a las respuestas positivas a sus obras, ninguna de las escritoras participó en los principales eventos literarios nacionales de 2018, entre ellos la propia Feria Internacional del Libro de Guayaquil, a la que no fueron invitadas. La situación generó numerosas críticas en su momento, que aumentaron tras la participación del ministro de Cultura y Patrimonio Raúl Pérez Torres en Uruguay, donde se refirió a la Literatura nacional solo hasta los años setenta. “La del ministro es una literatura ...que de manera consciente ignora el gran momento actual que viven las letras de Ecuador gracias a autoras como Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero y Sabrina Duque”, señaló el autor y catedrático Eduardo Varas. El escenario se repitió nuevamente en la FIL de Guadalajara, México, donde el ministerio recibió críticas por ignorar de obras de autores jóvenes pero promocionar las de funcionarios como el director del Plan de Lectura, Édgar Allan García.

Taller

El 8 y el 10 de enero, María Fernanda Ampuero dictará el taller de escritura creativa ‘Dantescas’ en PalabraLab de Samborondón y Los Ceibos, respectivamente.