Aspecto. Una mirada interna al patio de la Facultad de Comunicación Social, de la Universidad de Guayaquil.

Dos camaras de video en HD para 700 futuros periodistas

Es martes. El profesor de Producción Audiovisual lleva a alumnos del cuarto semestre al taller donde les muestra cuáles son los movimientos de cámara, pero no todos pueden entrar. En el espacio destinado para esa materia solo caben 20 de 38 estudiantes

Es martes. El profesor de Producción Audiovisual lleva a alumnos del cuarto semestre al taller donde les muestra cuáles son los movimientos de cámara, pero no todos pueden entrar. En el espacio destinado para esa materia solo caben 20 de 38 estudiantes. Salomónicamente, el catedrático divide la lista y la mitad del curso se retira. Verán esa clase la próxima semana. Los que ingresan hoy, en cambio, tendrán su hora libre ese día.

Así es la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de Guayaquil. Uno se acomoda como pueda. Allí los alumnos están acostumbrados a las bancas de lata, la falta de climatización, a tener que pelear un turno por un Infocus para poder exponer y, entre otras carencias, al obsoleto sistema de drenaje en los baños recién renovados, que deben ayudarse con baldes de agua para que “se vaya todo”.

Pero haberse acostumbrado a estas incomodidades no complace a los estudiantes. Por eso, la semana pasada, un grupo de ellos llevó hasta el rectorado de la universidad un oficio con las molestias antes mencionadas.

El documento pide prioridad para mejorar la infraestructura de la entidad y medios tecnológicos para hacer más llevadera la pedagogía, pues, según uno de los firmantes, el líder universitario Leonardo Herrera, existen “equipos del año de la pera”.

Aquello lo reconoce el director de Audiovisuales, Jaime de la Cruz. “Es una realidad. No tenemos tecnologías, estamos cumpliendo a medias”.

Desde el 2013, este catedrático ha extendido, sin respuesta hasta la pasada administración, solicitudes de mejoras para esta área, que tiene apenas dos cámaras HD semiprofesionales para los 700 estudiantes que las usan semanalmente.

Las quejas las recibió personalmente el rector Galo Salcedo, quien luego habló con EXPRESO y dijo que las respuestas a esta entidad llegarán con el segundo plan de mejoras de aula que implementará la universidad, con el presupuesto del 2017. “Estamos aún en la categoría B y hay mucho por hacer. Los espacios para las clases son prioridad”, promete.

La Facso, como otras facultades, acaba de pasar por un proceso de intervención estatal que culminó en octubre pasado, recuerda la subdecana Cristel Matute. “Hay mejoras innegables en lo que respecta a lo académico. Se renovó la plantilla de docentes para alcanzar la excelencia”, asegura. La infraestructura, sin embargo, todavía es el lado flaco de la entidad.

El jefe de Audiovisuales confía en que la ayuda llegará. “La nueva administración, el rector, el decano y demás autoridades trabajan ya para mejorar este departamento, que es la base de esta facultad”. Él tiene en un listado para el presupuesto drones, micrófonos, MAAC. Todo a un costo de $ 430.000. No se incluye el valor de la remodelación del lugar.

El llamado de atención lo firmaron más de un centenar de alumnos de las cuatro carreras de esa facultad: Comunicación Social, Diseño Gráfico, Turismo y Publicidad.

Pedagogía: La meta, 35 alumnos por aula

Si todas las aulas de la Facso contaran con las nuevas bancas especiales que implementa la Universidad de Guayaquil, de madera y con sillas acolchonadas, no entrarían más de 35 estudiantes en cada curso, una cifra que contrasta con la realidad de esta entidad, donde aún hay paralelos que tienen más de 45 alumnos inscritos.

Por esto, en su mayoría los espacios académicos del centro educativo utilizan los pupitres de lata que se usan en colegios estatales.

Sobre este tema, la subdecana Cristel Matute es clara. “Debimos reducir el número de matrículas”.

Actualmente, solo en el área de Comunicación hay 14 paralelos de octavo semestre. Serán los últimos cursos numerosos que tendrán inscritos.

En los nuevos semestres no hay más de cinco paralelos. Los últimos años se redujo la oferta académica para llegar a la cifra de 35 alumnos por curso.

Hay más de 6.000 estudiantes en esta facultad de Comunicación.

Recorrido

Echan agua

Un tanque azul lleno de agua sirve para ayudar a bajar del todo la válvula de los escusados de la Facso. La presión del líquido, pese a que los baños se renovaron, no abastece.

El calor

Guayaquil es una ciudad caliente. Mucho más en las aulas de la Facso, que no tienen aire acondicionado. Los cursos en su mayoría tienen ventiladores de tumbado y bancas de lata.

Los talleres

Todos los alumnos de un curso no entran en los talleres de radio y TV. Falta espacio, también equipos actualizados. Se supone que en 2017 mejorará este escenario, con el presupuesto.

Cristel Matute Subdecana / FACSO

“Hay cosas que se politizan”

1. ¿Refuta alguna de las falencias descritas por estudiantes al rector?

No. Conocemos las necesidades, pero no podíamos dar el paso al cambio de la infraestructura porque aún la facultad no estaba en la lista de prioridades de la Universidad de Guayaquil. Sin embargo, el próximo año llegarán los recursos para las mejoras. Ya extendimos el pedido para el presupuesto del 2017.

2. ¿Qué solicitudes hacen en ese documento?

Laboratorios para las carreras de Publicidad y Turismo, implementación de Infocus y computadoras en las 64 aulas que tiene la facultad... Hay que tener en cuenta que los equipos se usan para las tres jornadas. Solo en Comunicación hay 2.000 y en las otras carreras, 4.500. Existen universidades que tienen menos alumnos que nosotros.

3. El malestar de los estudiantes es evidente.

Lastimosamente hay cosas que se politizan. Estamos en un mes previo a elecciones, en donde hay participaciones de partidos que están interviniendo aquí y lo único que hacen es crear caos, aunque conocen la realidad. Buscan y crean conflictos en un ámbito totalmente académico.