Festejo. El agasajo se efectuó en el Centro Gerontológico de Quevedo.

Don Marquito celebro 116 anos de vida

Don Marquito como todos le dicen cada año va desmejorando en su salud, a pesar de eso recibe la atención y el cuidado de las cuidadoras del centro gerontológico.

Un ambiente de algarabía se vive al celebrar el onomástico del adulto mayor con más años en el Centro Gerontológico de Quevedo. Se trata de Marco Montenegro Martínez, quien cumplió 116 años.

Don Marquito como todos le dicen cada año va desmejorando en su salud, a pesar de eso recibe la atención y el cuidado de las cuidadoras del centro gerontológico.

Ver a Marco es saber que la vida puede dar muchos momentos de alegría. A simple vista parece que tuviera unos 75 a 80 años, pero al ver su cédula se comprueba que ya llegó a más de un siglo de vida.

Le gusta el café con pan y mortadela; es lo que todos los días pide que le den de comer. Su cabellera es blanca y su frágil cuerpo decaído por los años denota su edad.

El tierno viejecito está asilado en el centro desde hace cuatro años. Por su avanzada edad pasa en su pequeño cuarto encerrado mirando cómo transcurre el tiempo y casi no le gusta hablar y peor que lo lleven de un lugar a otro. Solo lo cargan en sillas de ruedas porque ya no puede caminar.

La fiesta se realizó junto a sus compañeros del centro quienes bailaron y se tomaron fotos, mientras que don Marquito estaba en su silla de ruedas con los ojos cerrados.

Él fue encontrado por una señora llamada Zoila que tiene un comisariato en la parroquia San Carlos. Ella avisó al gerontológico para que lo acojan porque vivía en forma infrahumana, en una casa solo tapada con plásticos y dormía en un colchón sucio y viejo y solo la señora le daba de comer. Solo recuerda que está de duelo por su madre, jamás se encontró a sus familiares. YGV