Tiene el aspecto de una mujer embarazada, lleva puesta una careta de calavera y falda larga amarilla. En una de sus manos sostiene una muñeca y mientras camina despacio entre las decenas de personas que lo observan en el parque de Peguche, simula que está en labores de parto.

Se trata de Isaac Fichamba, de 18 años, quien cada año participa en el baile de disfraces que esa localidad otavaleña de la provincia de Imbabura realiza en honor a San Pedro.

Al otro lado de la plaza un grupo de nueve amigos se vistieron como los personajes del Chavo del 8. Antonio Gramal, de 27años representa a la ‘Popis’ y Andrés Guaján, de la misma edad a ‘Ñoño’. Todos los personajes bailan al son de los pasacalles, bombas y sanjuanitos, entonados por la banda de San Rafael.

Los 14 integrantes tocan sus instrumentos musicales durante 9 horas sin parar. Andrés Guaján explica que es una tradición que se ha pasado de generación en generación. Humberto Lema de 55 dice que las festividades de San Pedro coinciden con los últimos días del Inti Raymi, aunque fue impuesto por los españoles en la conquista. Los habitantes de Peguche suelen vestirse con disfraces y lo han hecho por años.

Calcula que son más de 70, pues sus abuelos lo hacían para imitar a los hacendados que vivían en ese sector.

Los trajes y la sátira

Elvis Lema, otro morador explica que por estas fechas, los hacendados les daban días de libertad a los indígenas que en esa época eran los peones. Allí empezaron a vestirse como sus patrones, los capataces o mestizos. Era como una especie de sátira hacia los dueños, pero al paso de los años se ha ido modificando con nuevos personajes como Donald Trump y su esposa, Melania.