MarioWay. Esta silla es eléctrica, trae dos ruedas, ergonómica e inspirada en el Segway. Se puede conducir sin manos, es cómoda y permite al usuario estar a la altura de su interlocutor, facilitando además tareas de la vida diaria, como pedir un café desd

Las discapacidades se disipan gracias a la tecnologia

Los gadgets y las apps que facilitan la vida de las personas con capacidades especiales reducen la exclusión. En el mundo las iniciativas se cuentan por decenas, en especial en el aspecto motriz, visual y auditivo.

La tecnología ha revolucionado nuestras vidas de tal forma que nunca lo vimos venir. Un día, simplemente ya no éramos los mismos. Tampoco aquellos que crecieron con capacidades especiales.

Hoy, aquellos que llevan diez años sin poder caminar pueden intentarlo con ayuda de exoesqueletos cada vez más ligeros o movilizarse en sillas de ruedas autónomas y eléctricas. Aquellos que no tienen una mano pueden fabricarla a su gusto, en casa, en una impresora. Aquellos que no ven, pueden convertir las imágenes en audios con una aplicación móvil, mientras que quienes no hablan pueden transformar el texto en voz con algo tan sencillo con el traductor de Google.

Es así como a pesar de que siempre se ha culpado a la tecnología de excluir y distanciar a las personas, ahora nos demuestra lo contrario. La inclusión es uno de sus fuertes.

Y las innovaciones de las que hablamos no son futuro. Son presente y las tenemos muy cerca. Unas en el bolsillo y otras hasta en las aulas.

Aplicaciones como Vhista ayudan a los invidentes a identificar, por ejemplo, un objeto o una persona con tan solo tomarle una foto y presionar sobre ella. Háblalo, en cambio, ayuda a las personas con dificultades para comunicarse, con un conversor de texto a voz y frases predeterminadas. Ambas apps se pueden descargar gratis en el smartphone. La primera está disponible para iOS y Android y la segunda solo para Android.

En lo que respecta a las aulas, en la Espol, por ejemplo, William Cobeña y Jorge Begué, ambos estudiantes de ingeniería mecánica, crearon un prototipo de exoesqueleto para niños (de 7 a 12 años) con parálisis en las piernas. Lo hicieron como proyecto de tesis y fabricaron muchas de sus partes en impresoras 3D para abaratar costos. Su siguiente paso es hacerlo “como se debe”, todo de aluminio.

Las personas con capacidades especiales representan una de cada siete en el mundo. Se trata de un gran universo imposible de olvidar también para la tecnología, los emprendedores y para los grandes fabricantes.

EXOSKELETON

Este es el exoesqueleto más ligero y avanzado del mundo diseñado para ayudar a las personas con trastornos de la movilidad. De acuerdo con sus creadores, ha ayudado con éxito a muchas personas a levantarse de sus sillas de ruedas y caminar.

OBI

Hay miles de personas que sufren enfermedades que deterioran su control motor y dependen de alguien que les dé en la boca cada comida. Obi es un robot que les permite tener la autonomía necesaria para decidir cuándo comer y hacerlo solos.

Orcam MyEye

Es un pequeño dispositivo con un asistente de voz integrado que reconoce textos y rostros. Pesa 31 gramos, se coloca sobre los lentes y fue desarrollado por una startup israelí. No necesita WiFi y la batería dura un día con cuatro horas de carga.

DOT

Se trata de un smartwatch para ciegos con pantalla en braille. A diferencia de los corrientes, hecho de aluminio tiene un ‘display’ con 24 puntos mecanizados, donde se muestran las notificaciones, mensajes y tiempo entre otros en el alfabeto de los puntos.

SuperGiz

Es una prótesis fabricada en una impresora 3D que cuenta con sistema de gadgets para las extremidades superiores. Pero la gran novedad de este producto es que la tecnología es de código abierto. Esto quiere decir que todo el que quiera puede imprimirla.