Lo que se dijo

Este artículo lo quise escribir hace varias semanas, cuando no sabíamos cuál iba a ser el futuro inmediato del país. Las preguntas eran más apremiantes que un análisis electoral para la posteridad. ¿Cuál fue la actuación de quienes se perfilan como candidatos para el 2021? Analicemos los momentos clave de Guillermo Lasso. Antes de que inicie el paro liderado por la Conaie nos enfrentamos al de los transportistas. En su primer mensaje a la nación afirmó que Ecuador vivía esos momentos de tensión como consecuencia de las tardías medidas económicas de Moreno. Nunca las criticó, lo que demuestra que es un hombre de principios y congruente. Lo que deja en entredicho es su sentido común político. ¿Tardías medidas económicas? Si después de dos años en el poder casi fue derrocado, ¿qué hubiera pasado si las decretaba antes? ¿Hubiera sido mejor dictarlas cuando aún no había el quiebre definitivo del correísmo y eran mayoría en la Asamblea, o cuando aún no contaba con Otto Sonnenholzner a su lado? Segundo momento que demuestra su posible desconexión con la política real: él lamentó que Lenín hubiera tenido que trasladar la sede de gobierno a Guayaquil. “No deje a Quito sola”, junto al pedido de que regresara a la capital. Está claro que la decisión de movilizarse no fue un capricho, sino la medida mínima y necesaria de supervivencia. ¿Afectarán estas declaraciones a su candidatura? Afectan su imagen sobre si sabrá o no gobernar. Y en un momento tan convulsionado en el país, probablemente se busque a quien que proyecte seguridad y garantías. Jaime Nebot, por su lado, por más que justifique y vuelva a justificar su “recomiéndeles que se queden en el páramo”, no hay vuelta que darle. El voto de la sierra está perdido. Él que este año se movilizó por Ambato, Azogues, Chimborazo, tratando de defender al modelo exitoso de la 6. No está perdido solo por su comentario, sino porque la Conaie se convirtió en una fuerza electoral. En un país polarizado, ¿podrá su postura agrupar a quienes buscan imposibilitar el ascenso indígena o de la izquierda? Una apuesta arriesgada, pero una de las últimas que le quedan.