Desde junio de 2017, el diálogo nacional, impulsado por el presidente Lenín Moreno, ha tenido cuatro interlocutores: Paola Pabón, Miguel Carvajal, Paúl Granda y ahora María Paula Romo. Sin embargo, no todos los grupos sociales han quedado satisfechos con

El dialogo se somete a pruebas de fuego

Los gremios piden hablar sin filtros con el presidente. Con dos cambios, el gobierno busca profundizar los acuerdos.

Momento complejo para relanzar el diálogo. Esta semana será crucial para los fines del gobierno, que busca alcanzar un gran acuerdo nacional en medio del malestar por el incremento del precio de los combustibles, producto de la reducción de los subsidios.

Con dos cambios en su gabinete, el presidente Lenín Moreno apuesta por mejorar la interlocución con varios sectores de la sociedad. La ministra de Gobierno, María Paula Romo, y el vicepresidente Otto Sonnenholzner son las cartas con las que se juega el mandatario el momento de descontento.

Romo estuvo al frente, la semana pasada, de los diálogos con los taxistas, con quienes ya habría un preacuerdo sobre las compensaciones que recibirían por el incremento en el costo de los combustibles.

Hoy habría un desenlace con este grupo, porque está previsto que se reúnan nuevamente con los emisarios del gobierno para avanzar en los términos del acuerdo. Pero todavía queda pendiente la transportación escolar, que el viernes pasado salió a protestar por la posible alza del diésel.

Pero no todos quieren sentarse a conversar con intermediarios. Hay sectores que esperan ser recibidos en estos días por el mismísimo presidente Moreno, porque consideran que la situación actual amerita un diálogo directo.

El jueves, los distribuidores de combustibles ingresaron un pedido de cita con el primer mandatario en el Palacio de Carondelet. Esperan que a más tardar el jueves o el viernes haya una respuesta positiva a su solicitud, ya que aseguran que las autoridades se han reunido “con todo el mundo”, menos con ellos.

Leyda Campbell, coordinadora de este gremio, le dijo a EXPRESO que uno de los puntos que esperan tratar con Moreno es el margen de utilidad que tienen las distribuidoras. No se atreven a dar porcentajes de su aspiración, porque es un tema que quieren conversarlo con el jefe de Estado.

¿Qué pasará si no obtienen respuestas? “Tendremos que tomar medidas un poco más rígidas. Las estamos analizando, pero estamos seguros de que así como nosotros tenemos apertura al diálogo, las autoridades también la tendrán”, señaló la dirigente.

Los que se dicen más afectados por el aumento en el precio de las gasolinas no son los únicos que esperan volver a las mesas de diálogo. Antes de anunciar las medidas económicas y el alza anual del Salario Básico Unificado, el presidente se reunió con el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) para hablar de empleo.

Ahora, con las nuevas condiciones los trabajadores también piden la creación de mesas tripartitas de diálogo (trabajadores-empresarios-gobierno) para abordar a profundidad la situación del desempleo en el país, los ajustes salariales y los cambios en las leyes laborales.

Los ojos del gobierno también deberán enfocarse en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que en su balance del año 2018 señaló que no se ha cumplido ni el 20 % de los pedidos que han hecho desde que se sentaron a conversar.

La cifra:

19 meses han pasado desde que el presidente institucionalizó por decreto el diálogo.