
Desolacion en Cuba por las medidas de Trump
El Gobierno de Castro dice que ninguna estrategia podrá cambiar el sistema de la isla. Cuentapropistas ven peligrar sus negocios
Cuba respondió con una declaración medida e incluso conciliadora a la decisión del presidente de EE. UU., Donald Trump, de retroceder en el acercamiento bilateral con nuevas restricciones al comercio y los viajes que sumieron en el pesimismo al sector cuentapropista.
En un texto difundido por los medios estatales, la tarde del viernes, el Gobierno afirmó que cualquier estrategia que pretenda cambiar el sistema económico, político y social en la isla está condenado al fracaso, opinó que EE. UU. no puede dar lecciones sobre derechos humanos e insistió en su voluntad de continuar el diálogo y la cooperación con el país vecino.
El texto denuncia las medidas que Trump anunció horas antes en un acto en Miami, en especial su defensa del embargo económico que EE. UU. mantiene sobre Cuba, revirtiendo la política de acercamiento de su predecesor Barack Obama.
Las medidas golpean a los cuentapropistas, el incipiente sector privado que tanto se ha beneficiado del aumento de visitantes estadounidenses, incluso cuando aún tienen prohibido visitar Cuba como turistas. Ahora, las justificaciones para viajar a la isla serán auditadas por el Departamento del Tesoro, cuando antes el viajero solo tenía que dar su palabra.
“Tengo un 85 por ciento de turismo estadounidense, para mí esto es devastador. Con esta regulación (Trump) no apoya el sector privado”, dijo Niuris Higueras, propietaria del paladar (restaurante) Atelier.
Con el mismo pesimismo acogieron la noticia los propietarios de alojamientos privados, las llamadas “casas de renta”, y artistas y diseñadores independientes que habían visto florecer sus negocios gracias al creciente flujo de visitantes del país vecino. El año pasado visitaron Cuba casi 285.000 estadounidenses, cifra que ya se había igualado entre enero y mayo de este año.
Las nuevas medidas incluyen un veto a los negocios con empresas isleñas controladas por las Fuerzas Armadas cubanas, estamento que controla un alto porcentaje de la economía del país y sus sectores estratégicos, entre ellos el turismo.
Aunque Trump no las mencionó en su discurso, esa medida apunta, entre otros, al conglomerado Gaesa (siglas de Grupo de Administración Empresarial S.A.), presidido por el general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, ex yerno de Raúl Castro. Esa firma posee, entre otros negocios, el grupo Gaviota, uno de los principales emporios turísticos de Cuba, además de divisiones de importaciones y exportaciones, la cadena de Tiendas de Recaudación de Divisas (TRD) Caribe, inmobiliarias, constructoras y empresas de servicios portuarios.