Autoridades. El alcalde Nebot alza su pulgar en señal de saludo a la multitud que asistió ayer a la sesión. A la izquierda el presidente Moreno.

Un deshielo en dos frentes

Es la primera sesión solemne de Moreno como presidente, quien participó a la diestra del primer edil porteño.

El alcalde Jaime Nebot le devolvió el gesto al presidente Lenín Moreno y asistió ayer a la fiesta popular que organizó la Gobernación del Guayas, en el marco de las celebraciones por los 482 años de fundación de Guayaquil.

La asistencia del líder socialcristiano resultó inédita y sorpresiva. Llegó a la cita nocturna luego de recibir al primer mandatario en una sesión solemne en la explanada del Palacio de Cristal, que duró una hora y media y que resultó histórica por significar el fin a casi diez años de pugna entre los dos sectores políticos contrarios.

Allí se encontró, en primera fila, con el vicepresidente Jorge Glas, gran ausente, en cambio, en la cita de la Municipalidad, a la que sí asistieron autoridades del oficialismo, en medio de un clima de amabilidad, conciliación y ratificación del deshielo.

Como en las ideologías políticas que pregonan, los más esperados entraron por rumbos diferentes. Nebot lo hizo con un baño de masas por el lado sur del malecón. Y Moreno, por el sector norte detrás de la tarima que aglutinó en una mesa a las principales autoridades políticas de la ciudad y del país.

Fue la primera sesión solemne de Moreno como presidente, quien participó a la diestra del primer edil porteño. En ese lugar llamó la atención la presencia del presidente de la Asamblea, José Serrano, sentado a la izquierda del alcalde.

La Cúpula Militar desfiló hacia los primeros asientos, como lo hizo en julio y octubre pasados, cuando Rafael Correa aún era presidente y organizaba sus propias sesiones populares paralela a las del Municipio. Otro que acostumbraba a ir a estas últimas era el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, quien ayer estuvo en primera fila, al igual que la secretaria de Gestión Política, Paola Pabón. El ministro de Economía y Finanzas, Carlos de la Torre; y la canciller María Fernanda Espinosa destacaron entre los miembros del gabinete ministerial. El gobernador del Guayas, José Francisco Cevallos, se convirtió en el primero, luego de casi una década, en participar del evento.

El desfile de autoridades inició temprano. El contralor (e) Pablo Celi estuvo en la lista de invitados, así como el presidente de la Corte Constitucional, Alfredo Ruiz. Los expresidentes Alfredo Palacio y Rosalía Arteaga ya son rostros conocidos de la jornada anual. También los exvicepresidentes León Roldós, Pedro Aguayo, Blasco Peñaherrera y Eduardo Peña.

No faltaron los asambleístas socialcristianos, quienes junto a alcaldes de la misma tendencia, ocuparon el ala este de las primeras sillas. Detrás de todos ellos, rostros y más rostros de ciudadanos y líderes barriales que ondeaban banderas de la ciudad y pancartas alusivas a la festividad o a sus barrios.

También llegó temprano monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil, quien se ubicó en la mesa directiva.

No hubo fanaticada verdeflex visible entre el público que copó las sillas distribuidas en la plaza, pero no faltó quien al entrar Moreno grite emocionado: “¡Ese sí es mi presidente!”.

Hace un año atrás el panorama era opuesto. Un Nebot intentaba aglutinar a la mayor cantidad de fuerzas políticas con miras electorales en el fallido frente La Unidad, precisamente para enfrentar en las urnas al modelo que hoy representa Moreno. “Sálvate y salva al Ecuador”, pronunciaba en esa ocasión el alcalde porteño al finalizar su discurso, refiriéndose a la ciudad y a sus ciudadanos frente a lo que llamó “un sistema perverso”.

Ayer, habló de ser atrevidos, de perder el miedo y de conversar. “Ya tenemos la experiencia de intentar dialogar con gente que no quiere oír, gente que piensa en el yo. Hay que llegar a acuerdos con gente amplia, seria, respetuosa que quiera hacer cosas positivas”. Fue un discurso menos caldeado que en años anteriores, sin dejar de señalar lo que considera falencias del Estado como poderes estatales poco independientes y la corrupción. “Necesitamos democracia total y esa no existe si no hay libertad y contrapeso. Que los jóvenes estudien lo que quieran, que la prensa sea responsable pero libre y jamás perseguida”.

Y para llegar a ello, dijo, es necesario resolver el problema económico y financiero que atraviesa el país.

Moreno, en su turno con el micrófono, empezó llamando “amigo” al alcalde. Siguió con una exaltación histórica de la ciudad y terminó reafirmando el peso del diálogo convocado por él. “Gobierno y Municipio han hecho mucho, pero lo han hecho por separado. Es hora de emprender juntos la tarea. Estoy seguro de que así lograremos más y hacerlo mejor. Gracias señor alcalde por su compromiso”, destacó.

Fueron un poco más de veinte minutos en los que el presidente forjó una barra propia de adeptos que gritaron su nombre en repetidas ocasiones al final del discurso. El público lo abrazó con aplausos de pie.

Las imágenes de la sesión

Juan Pueblo en medio del pueblo

Un monigote del emblemático personaje guayaquileño Juan Pueblo paseó entre el público que ayer repletó la Plaza de la Administración para escuchar al presidente Lenín Moreno y al alcalde Jaime Nebot en su primera ceremonia de este tipo en diez años de distanciamiento.

La política se puso al ritmo de las fiestas

El gobernador del Guayas, José Francisco Cevallos, no dudó en aprovechar el espectáculo en vivo para sacar a relucir su talento en la pista, que en el caso de anoche fue la av. Isidro Ayora. Otras figuras de la política ‘siguieron los pasos’ del funcionario y se unieron al baile.

Funcionarios, con sus mejores galas

Desde tempranas horas de la tarde arribaron por la puerta norte de la Plaza de la Administración algunos funcionarios del Gobierno. En la foto, de negro completo, la secretaria técnica Irina Cabezas, que en Guayaquil preside la coordinación del programa ‘Casa para todos’.

Un espectáculo sobre las calles

Decenas de miles se dieron cita en Sauces 8 para presenciar el festival artístico preparado por la Gobernación en la noche. Pese a que se trataba de un día laborable, la av. Isidro Ayora lució atiborrada de gente y el tráfico se volvió imposible en varias cuadras alrededor.

Juntos los ediles opositores y oficialistas

El Concejo de Guayaquil en pleno presenció la sesión solemne. Los concejales del Partido Social Cristiano - Madera de Guerrero participaron junto con los oficialistas de PAIS. En la imagen los ediles Josué Sánchez (i), Luzmilla Nicolalde, Carlos Luis Morales (PAIS) y Roberto Gilbert.

LOS AUSENTES

Viviana Bonilla

La primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Viviana Bonilla, alineada con Alianza PAIS y quien apoyó el archivo político al juicio político del vicepresidente Jorge Glas, tampoco asistió ayer a la ceremonia por los 482 años de fundación de Guayaquil oficiada por el Municipio.

Jorge Glas

El vicepresidente Jorge Glas, quien en la mañana acudió a la entrega floral a Francisco de Orellana, fue el gran ausente en la sesión. Presidió un Comité Ejecutivo del Consejo Productivo Tributario mientras en la Plaza de la Administración Moreno y Nebot se estrechaban la mano por segunda vez.

Asambleístas

Ni la asambleísta Gabriela Rivadeneira (PAIS), expresidenta de la Asamblea Nacional, ni legisladores del movimiento Creando Oportunidades (CREO) estuvieron en la sesión solemne. Quienes sí estuvieron en primera fila fueron los expresidentes y exvicepresidentes de la República.

Carlos Baca

El fiscal general Carlos Baca Mancheno, un jurista que colaboró en el gobierno de Rafael Correa, tampoco estuvo presente en la ceremonia, a la que sí acudió los máximos representantes de otras funciones del Estado. El fiscal está inmerso en la investigación de los casos de corrupción.

CONDECORACIONES

Preseas a la libertad y a la cultura

El Concejo Municipal de Guayaquil condecoró ayer la labor de dos mujeres y un medio de comunicación con las preseas al ‘Mérito Cultural’.

Rosa Amelia Alvarado Roca, expresidenta de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, núcleo del Guayas, fue reconocida por su trayectoria en las letras, la poesía, la comunicación social y la gestión cultural ecuatoriana. Blanca Salazar Bautista, también por su recorrido en la comunicación social y la gestión cultural.

Mientras que radio Tropicana recibió el reconocimiento por la defensa de las libertades públicas, los derechos de la comunidad, la cultura comunicacional e información de los sucesos nacionales e internacionales. En representación de este último, recibió el reconocimiento Otto Sonnenholzner. El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, entregó a cada uno la medalla y un diploma.

El Concejo Municipal de Guayaquil, en la sesión ordinaria del 13 de julio pasado, resolvió por unanimidad otorgar las preseas a las mencionadas damas e institución de acuerdo a la Ordenanza de Preseas y Concursos Municipales.

ACUERDO DE COLABORACIÓN ENTRE ALCALDE Y PRESIDENTE

La firma de dos convenios marcaron la concreción del deshielo entre el Municipio de Guayaquil y el Gobierno nacional, en una sesión solemne en la que primó la cordialidad del alcalde Jaime Nebot y el presidente Lenín Moreno.

El primer convenio lo firmaron, además de Moreno, la secretaria técnica del Plan ‘Toda una vida’, Irina Cabezas, y el alcalde Jaime Nebot. A través de él se instrumentará que el Gobierno construya 4.000 casas en 100.000 metros cuadrados del programa municipal Mi Lote.

El segundo convenio lo suscribieron el ministro de Transporte, Paúl Granda, y Nebot. A través de él se delega al Municipio el dragado y mantenimiento del canal de acceso a los puertos de Guayaquil, desde la boya de mar.

Tras la firma se pasó a los discursos, en los que cada interlocutor habló de la forma en que quieren trabajar juntos para ayudar a salir al Ecuador de la crisis que ambos reconocen que existe.

“Tenemos que ser pragmáticos y romper esas ataduras para poder servir con eficacia”, dijo Nebot.

A lo que Moreno le insistió en que el diálogo será la base de todo y que “lo que hagamos para Guayaquil lo haremos con toda la patria”.

Pocos nos criticarán señor presidente, a usted por haber aceptado esta invitación y a mí por haberla formulado. No importa. El enorme resto de la gente quiere que el país y las ciudades sean gobernadas con sensantez y teniendo en cuenta los intereses de las grandes mayorías ecuatorianas, sin espacio para el odio y el sectarismo.

Nos sabemos capaces de coincidir, sin batallaje ni precio, en ciertos asuntos indispensables para que los ciudadanos del Ecuador vivan en libertad, en base del progreso. En otros temas vamos a discrepar, puede que hasta con dureza, jamás con bajeza; eso hay que desterrarlo de la política ecuatoriana.

No se trata de renegar de nuestras ideologías, se trata de entender que el momento exige romper esas ataduras, ser pragmáticos, para poder servir de manera solidaria con eficacia y justicia... La mejor forma de honrar a Guayaquil.

“Es fundamental resolver el problema económico y financiero para que no se convierta en un gran problema social. Por eso es importante resolver el rumbo y el ritmo para volver a crecer, para volver a generar empleo, para volver a generar mejores condiciones de vida... Ese es el gran desafío.

Mi mano extendida ha sido bien recibida. Esta ciudad me da la bienvenida como a un hijo más (...) Esa bienvenida y ese agradecimiento se están concretando en un diálogo franco y permanente. Municipio y Gobierno han hecho mucho, nadie lo puede negar, pero lo han hecho por separado. Es hora de emprender juntos la tarea.

Un diálogo nacional puede institucionalizarse y dar frutos como los acuerdos que firmamos hoy con el Municipio de Guayaquil (...) Gracias, señor alcalde por su compromiso, el primero y he de reconocerlo, con el programa ‘Casa para todos’.

He manifestado que revisaremos aquellos elementos de la Ley de Plusvalía que han impedido que la construcción siga con esa dinámica que le corresponde de ser el elemento catalizador de un país que tiene que salir adelante.

Mediante el diálogo podremos enfrentar en Guayaquil problemas terribles. Ya lo hemos conversado con muchos de ustedes -a propósito, gracias Dr. Viteri por acudir a nuestro diálogo- problemas como el consumo de drogas en nuestros jóvenes y podremos brindar mayor seguridad a esta vibrante ciudad.

Usted ya lo decía, señor alcalde: son momentos difíciles. En estos momentos difíciles necesitamos de ustedes, de sus ideas, de sus proyectos (...) Esa es la unidad que debe convocarnos y animarnos a todos los ecuatorianos.