Si bien es un poco pronto para hablar de lo que pasará en 32 años, es mejor que no nos agarre desprevenidos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud han dado algunas pautas y cifras que dejan claro lo que nos espera.

El crecimiento de la población de casi 7.500 millones de habitantes llegará a los 9.800 millones, el promedio de vida será de 77 años y la media de edad del mundo marcará 36. Estos son algunos datos que han revelado. Es más, India le ganaría a China por el mayor número de habitantes. ¿El problema? Unas superbacterias nos complicarán los días.

Habrá 9,8 mil millones de habitantes

1. La Organización de las Naciones Unidas asegura que el crecimiento de la población ya no está sujeto a la aceleración insostenible del pasado siglo, pero la humanidad seguirá sumando 83 millones de personas cada año. Es así que en 2050 llegaremos a 9.800 millones.

El país más poblado ya no será China. Lo será India, al reunir el 17 % de las personas en 2050, ligado a la reducción de la mortalidad que se observará, sobre todo, en los países menos desarrollados.

La esperanza de vida será de 77 años

2. Los datos de la ONU corroboran que la distancia entre la esperanza de vida de los países más ricos y de los más pobres se estrecha. Esta homogeneización se debe a la caída dramática de la mortalidad infantil y de la mortalidad por VIH, además de mejoras en el tratamiento y prevención de enfermedades infecciosas. Es así que los 77 años será la media mundial para entonces, ahora es de 72. Si se mira solo los países más desarrollados, la cifra se acerca a los 85 años.

Nacerán menos

3. Existirá una disminución global de los nacimientos y la humanidad será cada vez más vieja. La media de edad de todo el mundo, que ahora ronda los 30 años, ascenderá hasta los 36. En España, por ejemplo, que será uno de los países con mayor esperanza de vida, será 52 años. El envejecimiento de la población supone un reto para toda la sociedad: al duplicarse el número de personas jubiladas, aumentará la presión sobre los sistemas sanitarios, las pensiones y las ayudas para dependientes.

Serán más los refugiados ambientales

4. Los expertos advierten sobre un tipo de migración forzosa que podría agravar los problemas de convivencia: es el caso de los llamados refugiados ambientales, víctimas de fenómenos climáticos repentinos o muy rápidos (como sequías o subidas del nivel del mar) que se quedan sin hogar. Resulta difícil predecir los efectos del cambio climático, ya que ni siquiera se conocen las cifras actuales de refugiados ambientales. Lo que sí está claro es que sus números crecen, y que, para muchos no incluye viaje de vuelta.

Morirán menos por enfermedades graves

5. En el terreno de la salud pública hay buenas noticias y hay malas. Por una parte, algunas enfermedades devastadoras, como el sida, son cada día una amenaza menor, gracias a los avances en el tratamiento y la prevención. Sin embargo, algunas enfermedades infecciosas que ahora tenemos bajo control podrían volverse realmente peligrosas, por la resistencia a los antibióticos. Además, conforme crece la esperanza de vida y la población envejece, aumentará la incidencia de condiciones peligrosas ligadas a la edad, como la enfermedad cardiovascular o el alzhéimer. La OMS dice que se triplicarán los casos de demencia, y que seguiremos viviendo con sida y con cáncer, pero mucha menos gente morirá de estas enfermedades.

El problema serán las superbacterias

6. Hay un problema reciente y creciente: las superbacterias. Las infecciones resistentes a los antibióticos superarán en muertes y, en costes a las demás epidemias que conocemos. Hoy en día causan unas 700.000 muertes anuales y los expertos barajan proyecciones que llegan a los 10 millones de muertes para el 2050.