La democracia como tal se sustenta en la alternabilidad y el respeto a la critica

Realmente produce una sensación de impotencia el constatar que gran cantidad de políticos que tienen un concepto muy limitado de la democracia alcancen el poder en algunos países, especialmente de nuestra región.

El poder no solamente lo alcanzan en las urnas, sino que llegan a varios niveles de poder por designación.

La Democracia, con mayúscula, es un concepto integral. Su naturaleza impide que pueda ser sesgado, limitado a ciertas ideas, o enarbolado como bandera, con estas características.

Hay políticos de ideas fijas, como por ejemplo expresidentes, excancilleres o cancilleres actuales, que a voz en cuello defienden como democracias a los regímenes de Venezuela, Cuba, Nicaragua, los alaban en discursos y ante la prensa, calificándolos de democracias verdaderas, por el solo hecho de identificarse ‘ideológicamente’ con ellos.

Los regímenes antes mencionados son intolerantes con la oposición y la crítica, siendo estas (la oposición y la crítica) una de las características más fundamentales de cualquier democracia.

La democracia como tal se sustenta en la alternabilidad, y la limitación del concepto sobre ella impulsa y fomenta la permanencia indefinida en el poder de algunos ‘líderes’ populares.

José M. Jalil Haas