Se debe repensar el servicio de taxi que opera en Guayaquil

No es una sorpresa que el gremio de privilegiados de taxistas de carro amarillo, amenace con paro de actividades frente al inicio de operaciones de Uber, un sistema de servicio de taxi de puerta a puerta, de carácter internacional.

Es la típica posición de “lucha” para presionar a las autoridades a que no permita o impida las actividades de este sistema de transporte privado que tiene éxito en otros países y que se destaca por brindar un excelente servicio a precio justo, acorde al kilometraje recorrido y marcado en el taxímetro.

Nuestros cooperados taxistas siempre han tenido privilegios como exoneraciones en importaciones de vehículos, neumáticos, lubricantes, repuestos, así como bonos por chatarrización, etc.

El servicio de taxi amarillo en nuestra ciudad es malo, la mayoría de carros o no tienen o no prenden el aparato acondicionador de aire, en una ciudad como Guayaquil, que es calurosa; nunca prenden el taxímetro o, si lo hacen, a regañadientes, toman el trayecto más largo o por donde haya más tráfico. El asunto es cobrar lo más elevado posible; uno pide un taxi, le da la dirección y le contestan: ”para allá no voy”.

Los señores agremiados, deben entender que el progreso no se detiene y ellos, si desean mantener la actividad, el camino no es hacer paros, sino prepararse, modificar su estilo de servicio, de mejorar, hay oportunidades para todos, el único privilegiado debe ser siempre, el usuario.

Daniel Uyaguari Zhunio