Un cuento chino

Harto de la política, me dedicaré al cine. Esta semana les presento mi primer guion, producto exclusivo de mi febril imaginación. Así que no busquen coincidencias donde no existen. Había una vez en una lejana galaxia, un pequeño reino. A su rey no le bastaba reinar pues era acomplejado. Quería importancia a nivel mundial. Tenía dos cosas a su favor: el mineral urano que los uraníes necesitaban para su armamento y un paradisíaco lugar donde ocultarlo, pues sus aliados estaban bajo vigilancia internacional. Nadie atacaría un paraíso natural como aquel. Eso le aseguraba un flujo de dinero que aparentaba ser del tigre asiático del planeta, al cual le vendía petróleo, disimulando así ciertos pagos por el mineral radiactivo que los uraníes le daban a través de los asiáticos, gracias a las alianzas comerciales entre ellos. Pero no tenían cuidado en la explotación y los residuos envenenaban los lechos de los ríos. Pese a que era rey, cada cuatro años había elecciones, lo que era algo irrelevante en su plan global, pues reinaba en un reino de idiotas, en el cual no entendían que ganar significa obtener la mitad más uno de los votos. Por eso no tenía que ganar las elecciones. Perdiéndolas, igual que aquí, con solo el 40 % de los votos las “ganaba” y seguía siendo rey. Además, como aquí, su Constitución prohibía las campañas electorales libres, por lo cual era imposible ganarle. Mientras tanto, encontró la forma de tener a su sumiso pueblo bajo control: se buscó los más estúpidos que pudo encontrar y los hizo autoridades. Así, hacían burrada tras burrada para distraer al pueblo de lo esencial. Allá también había redes que dejaban salir la indignación como válvula de vapor. (¿Viste lo que le dije al tarado? ¡Qué se cree!) Pero aparte de gritar en Twitter, no había una protesta social capaz de crearle problemas. Así que podía cometer todos los abusos. Y como a la mayoría (la mitad más uno, no el 40 %) nos gustan los finales felices, mejor no les cuento este. La historia termina mal. ¿Crees que pueda vender mi guion, mi amor? ¿Qué eres, bobo? ¡La realidad es mucho más interesante!

twitter:@DrRobertolopez2