El de la productividad es uno de los ejes de la recuperación económica que Ecuador necesita.

Los criticos ven economia de Ecuador en crisis

Sectores críticos al Gobierno de Ecuador creen que el Ejecutivo que salga de las elecciones encontrará una compleja situación económica.

Sectores críticos al Gobierno ecuatoriano creen que el Ejecutivo que salga de las elecciones encontrará una compleja situación económica, pues el país arrastra dificultades financieras que el actual gabinete atribuye a razones externas, al tiempo que ve la economía encauzada por la senda de la estabilidad.

Las autoridades calculan que Ecuador registró un retroceso económico del 1,7 % en 2016 y auguran un crecimiento del 1,42 por ciento en este año, aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pronostica un repunte leve, del 0,3 %.

Ello en una coyuntura de fuerte caída del precio del petróleo y de fortalecimiento del dólar, factores externos que castigaron durante los últimos años la economía del país y a los que se sumó el devastador terremoto de abril de 2016, que ocasionará un gasto de unos 3.344 millones de dólares en planes de reconstrucción.

Las medidas adoptadas en lo económico, no obstante, han permitido una progresiva recuperación de la economía, según el Gobierno, cuyo presidente, Rafael Correa, augura la creación de hasta 251.000 puestos de trabajo en los próximos años merced a las políticas e inversiones que impulsa el Ejecutivo.

Correa, quien dejará el poder en mayo y aspira a una victoria en las elecciones del domingo del candidato oficialista Lenin Moreno, del movimiento Alianza País (AP), prevé que para 2025 Ecuador contará con una producción “diversificada e insertada en el mundo”.

El de la productividad es uno de los ejes de la recuperación económica que Ecuador necesita, según analistas como el decano de Economía y Administración de la Universidad de las Américas (UDLA), Vicente Albornoz.

El “gran reto” es “devolverle al país la memoria de que en economía lo importante es producir” y ganar competitividad, lo que exige reformas laborales, societarias y una menor reglamentación, dijo a Efe el experto, quien admitió que la caída del precio del petróleo fue el detonante de la crisis.

Pero, precisamente por la volatilidad del precio del crudo, “se avisó al Gobierno” de que no gastara “hasta el último centavo”,subrayó.

El Ejecutivo sostiene, precisamente, que el país es ahora mucho más competitivo que hace una década, cuando Correa llegó al poder, y anima a los empresarios a invertir, al tiempo que apuesta por la elaboración de productos con valor agregado y por una menor dependencia del petróleo y de la exportación de materias primas.

Pero desde la oposición y sectores críticos se reprocha al Ejecutivo una falta de previsión, haber disparado el gasto en tiempo de bonanza petrolera y no haber dispuesto de fondos de ahorro.

Los gastos del Gobierno ascendieron en 2016 a 24.000 millones de dólares, mientras que los ingresos del Estado alcanzaron los 16.500 millones, según el Observatorio de Política Fiscal, citado por Albornoz, quien indicó que esos datos representan “un déficit enorme que se financia con deuda” y apuntó que a corto plazo serán necesarias medidas de corrección del déficit fiscal.

El mandatario ecuatoriano, en cambio, avizoró mejores expectativas y aseguró que dejará al próximo Gobierno, que asumirá en mayo, un país con la economía en crecimiento y estabilizada pese a los problemas por los que ha atravesado en los últimos años.

“Muchos esperaban que la economía colapsaría (...). No solo que la economía no ha colapsado, sino que ya muestra importantes, claros signos de recuperación y todo esto sin los ‘paquetazos’ que, por mucho menos de lo que hemos tenido que enfrentar, nos daban cada año los partidos políticos de antaño”, dijo Correa en un discurso a mediados de enero.