El intendente de Compañías de Guayaquil analiza las cifras de disolución de empresas en 2015 por parte de la Superintendencia de Compañías. Es un año en que las estadísticas son más cercanas a la realidad tras un proceso de depuración.

La crisis en empresas se reflejara este ano

El intendente de Compañías de Guayaquil analiza las cifras de disolución de empresas en 2015 por parte de la Superintendencia de Compañías.

El abogado Víctor Anchundia, intendente de Compañías de Guayaquil, dice que en 2014 hubo picos que recogen bastantes constituciones de empresas y pocas disoluciones. Y en 2015 disminuyeron ambos casos porque se “sinceraron” las cifras.

¿A qué se refiere?

El 2014 fue un punto de quiebre por la aplicación de NIIF (Normas Internacionales de Información Financiera). Eso hizo que se sinceraran los estados financieros en el 2015. Por eso vemos: 1) balances más reales, y 2) menos resoluciones por pérdidas.

¿Solo por aplicar las NIIF?

Permítame describir un hecho real en nuestro medio: compañías que vendían tantos millones preferían generar justificadamente pérdidas para tener un respaldo ante el Servicio de Rentas Internas. Como antes la Superintendencia de Compañías (Supercías) no disolvía por pérdidas, no era una causal, pues no pasaba nada. A partir de 2014-2015, con la recepción de los balances con NIIF -los recibimos en forma electrónica en tiempo real hasta abril- nos dice cuál es la situación real. Se cambió esa modalidad de actuar y se aplicaron las NIIF y ya no era tan atractivo generar pérdidas. Ahora la compañía vende, paga impuestos y refleja su estado financiero. En el mes de mayo o junio podemos notificar que está en causal de pérdida y concedemos 30 días para que se justifiquen o superen la causal. Si no, pues disolvemos.

¿En mayo se sabrá qué empresas tuvieron pérdidas en 2015?

Claro. Las que están en causal, porque nosotros notificamos y damos 30 días. La mayoría hacen aportación de capitales, cuadran las pérdidas...

En los balances de enero y febrero, ¿hay un aumento de los casos de pérdidas, por la crisis?

No hemos hecho aún el análisis. La crisis no se refleja inmediatamente. Comenzó en 2015 y seguramente lo empezaremos a ver reflejado en los estados financieros que se presenten este año. Los pocos que ya han presentado, que son cerca de 100, son muy poca muestra para hacer ese análisis. Pero se va a reflejar.

¿Más en 2016 o 2017?

Yo diría que en los dos años. Tanto 2015 y, seguramente más acentuado, en el 2016, que lo veremos en 2017.

Con el proyecto de herencias hay quien plantea crear una empresa por hijo para dejar el legado...

Las compañías son para realizar actividades mercantiles, no para herencias. No digo que no se haya realizado o que no lo hagan. Pero flaco favor le hacen hoy, con la normativa vigente, que le asesoren eso a alguna persona. Tener mi casa a nombre de una compañía no es que no se pueda, pero la carga impositiva sobre ese bien que no está produciendo nada es descomunal, es enorme. No es ilegal, pero es poco atractivo.

¿Cómo están los grandes grupos, como los Ortega?

No solo la Supercías ejerce control sobre los grupos. Hay otras instituciones. Nuestra preocupación son los ciudadanos perjudicados. No ayudaríamos mucho apresurando la disolución. La Supercías está creando un espacio para que la empresa llegue a una solución, pero no será eterno ese espacio. La Supercías tiene claro lo que debe hacer.

¿Y la empresa Promaga, que dejó casas a medias?

Ya está reactivada la compañía. Renegoció, pagó al Banco de la Vivienda (BEV) y, algo anecdótico, estando disuelta la compañía, lejos de comenzar a liquidar, inyectaron dinero a la empresa para cumplir su obligación con el BEV. Los inmuebles que tienen garantizan, económicamente hablando, las obligaciones.