Cada día la Bahía mueve hasta $ 30 millones. Gran parte de los productos comercializados se guardan en bodegas clandestinas en pisos altos de edificios del sector.

Los costos desalientan el uso de bodegas legales

Para Xavier Narváez, director municipal de Justicia y Vigilancia, no es fácil identificar la existencia de bodegas ilegales en sectores como la Bahía. “Funcionan en lo alto de edificios cerrados en los que nunca se encuentra al administrador”.

En el sector de la Bahía los locales no tienen problemas con el abastecimiento. Por los pasajes internos continuamente se observa el traslado de paquetes que bajan de edificios del lugar.

“Esa mercadería no es de los comerciantes pequeños, sino de los importadores”, dice Ángel Basurto, quien preside la Federación de Comerciantes Minoristas de la Bahía.

“Tenemos mucha mercadería arriba. Una vez a la semana nos llega surtido”, dijo el empleado de una distribuidora al por mayor de discos de DVD, que guarda su mercancía en sitios que el Municipio ubica en el mundo de la informalidad y que por inseguros e inadecuados, generaron en los últimos tres años 17 incendios en distintos sectores de la ciudad.

“En el caso de los comerciantes pequeños no necesitamos bodegas porque las ventas son bajas y el alquiler es muy costoso”, dice Basurto.

Nitesh Ludhani, quien administra Sai Baba, una empresa de centros comerciales que tiene una línea de alquiler de almacenaje, dice que “en Guayaquil hay bodegas de todo tipo. Desde legales hasta ilegales. Es cierto que para negocios pequeños es algo oneroso. Están acostumbrados a arrendar departamentos de bajo costo y a pocos metros de sus locales”.

Sai Baba tiene tres complejos. Uno de estos -con 110.000 m2- es uno de los más grandes de la región. “No es un buen momento para la actividad. Es más la oferta que la demanda”, agrega Ludhani.

La Ferretería Espinoza abrió hace cinco años su línea de bodegas. Tiene 20. En estos días, por falta de clientes, ocupa para almacenar sus productos de distribución de la línea industrial que, por el contrario, ha tenido un alza.

En la ciudad hay 52 empresas dedicadas a almacenamiento y depósito. Una de estas es Citybox, que alquila minibodegas para el sector empresarial, comercial y doméstico.

En su edificio aledaño al Centro de Convenciones tiene 670 cubículos de almacenaje de 2 y hasta 20 m2.

Esto como parte de una oferta que no es atractiva para una parte de los comerciantes de la ciudad, que prefiere sitios ubicados del otro lado de la ley.