Corrupcion: “ por que los torcidos son ahora muchos mas ”

Entre las decenas de “citas célebres” que se pueden leer en las redes sociales, me llegó una que hizo reflexionar: “Siempre se golpea al que es recto. A los torcidos, generalmente se les deja tranquilos...”, el texto venía acompañado de una imagen con una hilera de clavos torcidos y uno que estaba muy derecho, al cual obviamente, un martillo lo estaba golpeando.

Los que tratan de manejarse por ese difícil camino, más aún si son funcionarios públicos, son quienes en su momento sufren los golpes de su decisión, porque por lo general a quien se trata de doblar, no es al clavo que ya lo está, se dobla al clavo recto, porque es ese quien podría contaminar de rectitud a los otros miembros de la hilera ya deshecha.

Los torcidos copan más puestos estratégicos, vienen adornados con maestrías y títulos extranjeros, tienen una visión social y holística de que pueden cambiar el mundo, son convincentes y hasta agradables en su trato, salen todos los días en medios de comunicación, pero lamentablemente, su corazón nunca ha sido recto, peor aún su acción.

No podemos como nación, región o ciudad, dejarnos manejar por retorcidos, los que aún pensamos que los derechos somos más, debemos exigir que los martillos golpeen a quienes deban golpear, ya sea para enderezarlos o ya sea para eliminarlos de la hilera. Los clavos derechos deben ser los que marquen la guía del camino y los retorcidos se deberán enderezar o deberán sucumbir al escarnio ciudadano.

Francesco Aycart C.