El Presidente pidió un nuevo y “digno” Sistema Interamericano de Derechos Humanos

Correa pide un nuevo y “digno” Sistema Interamericano de Derechos Humanos

El Presidente pidió un nuevo y “digno” Sistema Interamericano de Derechos Humanos

El presidente Rafael Correa demandó este 10 de octubre un nuevo Sistema Interamericano de Derechos Humanos que sea “digno” y consideró “innecesaria” la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El Mandatario abogó por dar funciones de promoción de estos derechos a la Corte Interamericana.

Un Sistema Interamericano de Derechos Humanos “digno, coherente, justo y nuestro, más temprano que tarde llegará”, dijo Correa durante el acto de apertura del 56 Periodo de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH). El encuentro se celebra en Quito hasta este viernes 14 de octubre.

Correa consideró que si no es posible “corregir los últimos vestigios de neoliberalismo y neocolonialismo” que, en su opinión, persisten en el actual sistema, es necesario “buscar algo nuevo, mejor y verdaderamente nuestro”. Al defender el carácter innecesario de la CIDH, subrayó que la CorteIDH “puede y debe tener las funciones de promover los derechos humanos y juzgar los atentados contra estos”.

Correa opinó que “todo está listo” para esa renovación en el sistema porque, “básicamente somos los países de América Latina los que hemos ratificado el pacto de San José”, pilar del sistema interamericano -dijo- “y en consecuencia somos los únicos que reconocemos y nos sometemos a las decisiones de la Corte Interamericana”. El Jefe de Estado dijo que no solo es necesario un nuevo Sistema Interamericano de Derechos Humanos, “sino un nuevo Sistema Interamericano” pues, a su juicio, América del Norte y del Sur deben “conversar como bloques”.

La Organización de Estados Americanos (OEA), de la que depende la CIDH es cautiva de los intereses de los países hegemónicos y víctima de “sesgos y atavismos” que la vuelven “ineficiente y poco confiable”, señaló.

Y por eso reiteró su idea de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) debe ser el foro de discusión regional y la OEA el escenario en que la primera converse con América del Norte, porque “el mundo del futuro será un mundo de bloques”, agregó.

Correa defendió también “coherencia” en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para que solo puedan participar en sus debates los países que han ratificado la Convención Interamericana de Derechos Humanos. Reiteró sus críticas al hecho de que la sede de la CIDH esté en Washington, cuando EE.UU. no ha ratificado los instrumentos americanos de derechos humanos, algo que calificó de expresión de un “neocolonialismo” que “debería ser intolerable en la América Latina del siglo XXI”, arremetió.

El gobernante criticó también la financiación extrarregional del Sistema Interamericano y que parte de los fondos para ello estén condicionados al cumplimiento de determinadas agendas. Como ejemplo puso las nueve relatorías de la CIDH, la única que cuenta con presupuesto e informes propios es la de libertad de expresión.

Indicó que la financiación de esta relatoría procede de EE.UU. y de la Unión Europea (UE), que “pagan para controlar al resto”, lo que, a su juicio, demuestra “la supremacía del capital” detrás de las empresas dedicadas a la comunicación. En ese contexto, el Mandatario cree “impostergable reflexionar profundamente acerca de la vigencia y pertinencia del sistema y sobre la concepción misma que ha primado hasta ahora respecto de estos derechos”.

Mientras tanto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) reivindicó su carácter regional, “no extranjero”, sino propio de los 20 países donde tiene jurisdicción, para enjuiciar violaciones a estos derechos. Su presidente, Roberto Caldas, aseguró que sus magistrados no forman “un tribunal extranjero” en la región, sino el órgano judicial “de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

“Como tal -dijo- tenemos un foro natural en cada uno de los 20 estados sobre los cuales tenemos jurisdicción y por lo tanto este tribunal es propio de cada país y del Ecuador”. Al inaugurar el 56 Periodo Extraordinario de Sesiones de la Corte-IDH, Caldas resaltó que la Corte “no responde a una agenda política”, sino que actúa con “la más alta imparcialidad, independencia, objetividad y autonomía”.

Caldas indicó que la Corte Interamericana “no es un tribunal de número de casos y procesos”, sino “de personas y nombres” y aseguró que la importancia de los asuntos que enjuicia reside en el hecho de que en sus sentencias determina estándares internacionales en materia de derechos humanos “que dotan de contenido a las obligaciones estatales”. “Son las víctimas de las violaciones a los derechos humanos a quienes nos debemos. Serán siempre escuchadas de la manera mas atenta por nuestro tribunal. Y no nos olvidemos: las víctimas de hoy son los héroes del mañana”, apostilló. El tribunal regional verá en Quito tres casos sobre hechos sucedidos en Brasil, Nicaragua y Perú.