Hilda Blum acude a diario a un local de comida saludable, en Urdesa.

Comer ‘light’ en Guayaquil: mas opciones, pero mas caro

Este martes se conmemora el Día Mundial contra la Obesidad.

“¿Sabía que el 12 de Noviembre se celebra el Día Mundial contra la Obesidad?”, preguntó este Diario a más de 10 propietarios de locales de comida en Guayaquil. La respuesta fue la misma: “No, no sabía”. Cada 12 de Noviembre, en muchos países se recuerda este día, para hacer consciencia sobre esta enfermedad que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso.

Sin embargo para la médico, especializada en nutrición, Sandra Toledo, cada vez hay más lugares en el puerto principal que amplían su oferta con opciones de comida saludable. El único problema, apunta, es que comer ‘light’ es más caro. “Un almuerzo regular está entre 2,75 y 3,00 dólares. Y un almuerzo ‘light’ cuesta de 5 a 6 dólares”, comenta la experta.

A pesar de que en su zona, Urdesa, sí encuentra opciones saludables, la guayaquileña Hilda Blum considera que hace falta que se creen más restaurantes que incluyan comida menos procesada dentro del menú. Desde que era una niña, en casa de sus padres la acostumbraron a una alimentación saludable, debido a una enfermedad que padecía su progenitor.

Reconoce que hace más de 10 años, era difícil encontrar lugares que tuvieran diversidad saludable, ahora sí los hay. Como todo los días, llegó hasta el local de Alberto Flores y Karen Giler, en el norte porteño, para tomarse un batido verde. Estos esposos fundaron un lugar de comida light hace tres años. Ofertan alimentos orgánicos, ‘súperalimentos’, para veganos, crudiveganos, libre de gluten, entre otros.

Flores comenta que actualmente, la tendencia de estar conscientes sobre la alimentación está más ‘pegada’ en la gente joven. Añade que esta va de la mano con otras causas sociales, como el cuidado medioambiental y la protección hacia los animales.

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El propietario reitera que sí, que probablemente comer ligero y variado sea más costoso, pero este monto se reducen a largo plazo porque evita que el cuerpo desarrolle enfermedades derivadas de una mala alimentación.

Lo que han hecho otros locales que no son precisamente dirigidos a un público que quiera ‘alimentarse bien’, como cevicherías y los que venden platos típicos como el bolón de verde, es añadir a sus menús platillos ‘light’. Nafa Rivera administra una picantería en el norte de Guayaquil y, asegura, que es más común de lo que parece que un comensal pida un platillo “más sanito”.

Ellos, por ejemplo, manejan la opción del pescado a la plancha con ensalada para quienes lo requieran. “De 50 clientes, aproximadamente 10 se inclinan por algo más sano, aunque los ceviches no dejan de ser una opción saludable”, comenta. Lizzet Toledo, quien tiene un negocio de venta de desayonos, entre ellos los bolones de todo tipo, precisa que, si bien este platillo típico es frio y alto en calorías, lo que ellos hacen es no reutilizar el aceite.

Para la nutricionista, la obesidad en Guayaquil está ligada a la tendencia de ingerir más carbohidratos y proteínas fritas. Considera irónico el hecho de que nuestro país tenga abundancia de vegetales y frutas y estas se consuman poco. Recomienda que, además de tener una buena alimentación, se incluya la actividad física para alejar al sobrepeso.

Un estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en 2013, reveló datos poco alentadores: Un poco más de un cuarto de la población se encontraba en el sobrepeso u obesidad.