Colonias: “Matar su mandarin”

En otro tiempo en Francia se hizo famosa la frase “Matar su mandarín”, sobre el dilema de si la gente mataría o no a un mandarín chino cuando ese acto pudiera hacer rico. La respuesta fue clara para la Europa industrializada: no les importó matar a millones de coolies y obreros de los demás países colonizados con tal de vivir mejor. España ha llegado con retraso a ese monstruoso festín caníbal, con el asunto de las armas a Arabia Saudí. Ahora nos visita el máximo mandarín chino, Xi Jinping; casi nadie, excepto algún periodista o ciudadano está rompiendo el silencio cómplice para reclamar favor de los inexistentes derechos humanos en China.

Martín Sagrera

Madrid, España