Gestión. Emily Avilés coloca unas monedas al parquímetro antes de comprar en un local de Plaza Triángulo.

El cobro por estacionarse deja espacios en las calles

El usuario debe depositar $ 0,25 por 15 minutos de parqueo. Los equipos operan de 08:00 a 20:00, de lunes a viernes.

Por la cantidad de parqueos disponibles, la Víctor Emilio Estrada se mostraba como un domingo cualquiera en lugar de lunes, con el arranque del uso de parquímetros en la avenida principal de Urdesa central.

La disponibilidad de espacio se evidenció incluso en la zona bancaria, que va desde Circunvalación hasta Las Monjas.

En la avenida Rodolfo Baquerizo Nazur (Alborada) y Luis Orrantia Cornejo (Kennedy) también se activaron los parquímetros. El panorama fue similar al de Urdesa.

En los tres puntos totalizan 831 dispositivos. Mientras 58 personas de la empresa Parqueo Positivo vigilan que sean utilizados en máximo cuatro horas, a fin de que roten los espacios.

Al momento las opiniones sobre los parquímetros son favorables. “No quedaba otra alternativa que colocar los equipos, así se evita la presencia de los dueños de la vía”, opina a Diario EXPRESO Javier Cañarte, quien estacionó su auto por unos quince minutos en la Víctor Emilio para retirar unos documentos.

Eran las 09:00 y el conductor Óscar Pazmiño encontró más de un parqueo disponible en la Luis Orrantia, algo inusual, al menos para él que frecuenta una clínica de la zona.

Pero Pazmiño considera que debe incluirse un valor agregado al servicio, como es la presencia de celadores. “Con guardias, los usuarios estaremos tranquilos. Pero lo único que facilita es el espacio”, opina.

A lo largo de la Orrantia funcionan tres patios de estacionamiento. La atención aparentemente es normal, hay clientela.

Javier Soriano administra uno de los locales. Asegura que mantienen el mismo número de usuarios, “porque la mayoría desconoce el tiempo que requerirá para realizar sus trámites bancarios, que en ocasiones toman algunas horas”.

Pero Soriano no se confía y dice que ya planifican ofrecer algún servicio adicional para mantener la clientela.

También hay parquímetros en las calles Víctor Hugo Sicouret y José Santiago Castillo, vías transversales de la Kennedy.

En la Rodolfo Baquerizo también había espacios disponibles, incluso a la altura de la calle José María Roura, donde antes era prohibido estacionarse.

Usuarios de la Alborada creen que debería mejorarse los espacios habilitados en los exteriores de un centro comercial que está semiabandonado y es punto de concentración de comerciantes informales.

Hasta diciembre, los usuarios que no utilicen adecuadamente el equipo serán notificados. Desde enero, la multa será el 15 % del salario ($ 57,90).

Expectativa

Los cuidacarros no se van

Los franeleros se mantienen en las transversales, en espera de los conductores que se resisten a los parquímetros porque requieren quedarse más allá de las cuatro horas.

A pesar de la presencia de los equipos, William Piza sigue recorriendo el estacionamiento de Plaza Triángulo en espera de alguna propina de algún usuario que frecuenta Urdesa.

“Vigilo que nadie abra o se sustraiga alguna pertenencia de los carros. Esa labor no la hacen quienes controlan los parquímetros”, comentó Piza.

Al menos los cuidacarros que frecuentan Urdesa central y la Alborada dicen que laborarán fuera del horario de los parquímetros, es decir después de las 20:00 y los fines de semana.

Voces

Eduardo Merchán, residente de Urdesa

Era la mejor alternativa, incluso para poder ingresar mi vehículo al garaje. En ocasiones me tocó esperar algunas horas para lograr ese objetivo.

Andrés Guim, usuario de la Kennedy

Estoy de acuerdo con la aplicación de los parquímetros, pero considero que no es necesario, al menos hasta el momento, ponerlos en las transversales.

José Marín, usuario de la Alborada

Es verdad que son necesarios, pero también debería tomarse en cuenta los equipos que se instalaron en los exteriores de los centros comerciales. Están descuidados.