Dolor. Familiares de una de las víctimas de Manta lloran en las afueras del hospital Rodríguez Zambrano. Dos hombres fueron baleados mientras jugaban cartas.

Cinco muertes violentas en menos de 24 horas

Cuatro personas fueron asesinadas en Manabí, entre ellas una mujer que salía de una fiesta. En El Oro, hallaron el cuerpo de un hombre con 26 orificios de bala.

En menos de 24 horas se registraron cinco muertes violentas en Manabí y El Oro, en circunstancias que aún se investigan.

En Huaquillas (El Oro) se produjo uno de los hechos que más conmoción causaron. La policía encontró el cuerpo de Bolívar Rafael Cedeño Torres, de 32 años, con 26 orificios de bala. El joven fue acribillado la madrugada de ayer.

Según testigos, Cedeño salía de su trabajo como guardia de seguridad de una gallera, cuando tomó su motocicleta, pero en el trayecto fue interceptado por un vehículo, desde el que le dispararon.

Diez minutos después se generó una alerta. Se trataba de un incendio al interior del Cementerio General. Un auto ardía en llamas. Los bomberos llegaron, apagaron el incendio y constataron que el carro no tenía placas y que se trataría del vehículo en el que se movilizaban los sicarios. Se conoció que este había sido reportado como robado en Guayaquil.

Personal de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desaparición y Secuestros (Dinased) llegó al sitio y revisó el cadáver, verificando que “presenta 26 orificios de entrada y salida producidos por disparos de arma de fuego (en tórax, abdomen y cuello)”, dijo un oficial que prefirió la reserva de su nombre.

Mientras realizaban las investigaciones, los agentes se dieron cuenta de que el occiso portaba un arma de fuego en la pretina de su pantalón.

Tras ingresar los datos al sistema policial, los uniformados confirmaron que el occiso tenía antecedentes penales y el arma encontrada sería la que utilizaba para dar seguridad en la gallera. La policía maneja la hipótesis de que se trataría de un ajuste de cuentas.

Los otros dos hechos de muertes violentas ocurrieron en Manabí. Amando Constante, quien circulaba en su volqueta por la vía Jaramijó-Manta, a unos 100 metros de la carretera principal vio a un hombre tirado y al lado una moto parada. Junto a otro ciudadano se acercó a ver lo que sucedía y encontró a un sujeto manando abundante sangre a la altura de su abdomen. Alarmados por el hecho, llamaron al ECU-911, que a su vez alertó a la Policía Nacional del Distrito Manta para que movilice sus unidades hasta el lugar.

Miembros de Criminalística y de la Dinased cercaron el perímetro del lugar donde se produjo el hecho. Al lugar llegó Auxiliadora Quijije. “Es mi hermano, es mi hermano”, repetía mientras lloraba angustiada. En ese momento dijo que se trataba de José Daniel Quijije Anchundia (28 años), quien vive en el barrio Eloy Alfaro de Jaramijó.

“Él salió a las 07:00 a pasear en su moto. No sabemos qué ha pasado, él no tiene enemigos. Hace un año lo amarraron unos ladrones, pero para robarle; ahora esto, no sabemos por qué ha sido”, lamentó. Según otros allegados, él trabajaba en un burdel y también se dedicaba a la albañilería. Era soltero.

El mayor Mauricio Luna, de la Policía de Manta, dijo que el cadáver fue encontrado con una herida cortopunzante a la altura del abdomen.

Mientras tanto, en el barrio Nueva Esperanza, de Manta, Víctor Hugo Pérez Mero y Enrique Briones Vélez fueron baleados cuando jugaban naipe. Según la policía, dos hombres en moto llegaron y descargaron bala sobre uno de los sujetos. El otro, por tratar de defenderlo, también fue alcanzado por los proyectiles. Una de las víctimas registra antecedentes penales.

Otro caso ocurrió ayer en el sector El Progreso, de Portoviejo. A las 11:00 de ayer la policía fue alertada de que una mujer había sido herida por arma blanca. La víctima fue llevada al hospital, donde se confirmó su deceso. Según testigos, la fémina estaba en una fiesta dentro de una vivienda y de allí habría salido herida. AG/FC