
Las cinco decisiones que marcaron al Seguro Social
Las voces de alerta, de que el IESS tendría problemas de financiamiento en el futuro y que comienza a ser realidad, empezaron a escucharse desde hace una década, pero con mucho más fuerza en el 2010, tras la promulgación de una ley reformatoria que aum
Las voces de alerta, de que el IESS tendría problemas de financiamiento en el futuro y que comienza a ser realidad, empezaron a escucharse desde hace una década, pero con mucho más fuerza en el 2010, tras la promulgación de una ley reformatoria que aumentó, sin ningún tipo de financiamiento, la cobertura de salud de 3,1 millones de personas a 7,7 millones y dispuso el incremento de las pensiones a los jubilados.
Los cuestionamientos de entonces a las decisiones del IESS, calificadas de equivocadas porque llevaría al menoscabo de los recursos del IESS, continúan escuchándose hoy, en el sector empresarial, los representantes de los patronos y de los trabajadores, y de expertos en seguridad social.
La pregunta que hoy ronda la mente de muchos afiliados es si ¿habrá dinero para pagar sus pensiones cuando les toque jubilarse?
Carmen Corral, exintendenta de Seguridad Social, y Paulina Guerrero, exrepresentante de los afiliados ante el IESS, dijeron a este Diario que han aumentado su preocupación porque la tan anunciada alerta de que llegaría el día en que los ingresos no alcanzarían para cubrir los gastos, finalmente se convirtió en realidad el año pasado y, ahora, se está desinvirtiendo y echando manos a los ahorros de los fondos de pensiones para cubrir las obligaciones con los pensionistas.
Aquello, reiteran Corral y Guerrero, lo único que hace es reducir aún más las reservas para las futuras generaciones porque bajan incluso los ingresos por las inversiones. Ambas expertas creen que las decisiones tomadas, desde el 2010 hasta este mes, con la desinversión de 1.753 millones del fondo de pensiones, están llevando al IESS a una situación de impredecibles consecuencias en el futuro. Por ello, su recomendación es que la nueva administración, cualquiera que sea el gobierno, frene el rumbo de la entidad que avanza hacia el despeñadero por las decisiones equivocadas, por no contar con estudios actuariales.
“El problema es sumamente complejo por los malos manejos”, dice Paulina Guerrero. Atribuye las decisiones a fines políticos para la inauguración de obras que les permita réditos políticos con miras a las elecciones presidenciales.
Las expertas concuerdan en que el problema fue generado porque se hicieron incrementos de coberturas, aumento de pensiones, cambios en los porcentajes de aportes a los fondos de salud y de pensiones, sin estudios y sin decidir antes su financiamiento para que sean sostenibles en el tiempo.
A ello le agregan la eliminación, por una ley, del aporte del Estado del 40 por ciento para las pensiones jubilares y el desconocimiento de una millonaria deuda del Gobierno, por atenciones de salud de los jubilados, calculada en 2.500 millones de dólares hasta el año pasado.
El argumento para el desconocimiento de esa deuda, que no ha sido aprobada por el consejo directivo, fue la falta del reglamento de la Ley de Seguridad Social, promulgada en noviembre del 2001, que debe hacer el presidente de la República. Han pasado 16 años y cinco presidentes: el último, Rafael Correa, que en mayo cumplirá 10 años.