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Chaman sana a base de metodos ancestrales

Es pequeña de estatura, sin embargo, su conocimiento sobre la cultura ancestral, en especial lo que tiene que ver con los poderes curativos que brindan las hierbas, la hacen ver como grande.

Ritual. Virginia Masaquiza realiza la ceremonia de sanación en uno de los parques de la comunidad kichwa.

Es pequeña de estatura, sin embargo, su conocimiento sobre la cultura ancestral, en especial lo que tiene que ver con los poderes curativos que brindan las hierbas, la hacen ver como grande.

Virginia Masaquiza Caiza tiene 50 años y es una de las pocas chamanes que existen en el Pueblo Salasaka, Pelileo.

Su conocimiento es heredado de sus abuelos y padres. La mujer desde que tenía cinco años siempre estaba junto a su abuela Francisca, quien le enseñaba sobre los secretos para ayudar a las mujeres a traer a sus hijos al mundo o de la extracción del elixir de las raíces de las plantas que obtenían en sus incursiones a la montaña. “Se enseña a los más jóvenes a que siempre se sientan orgullosos de su origen”, aseguró la chamán. No tiene celos de sus conocimientos y está dispuesta a trasmitirlos, en especial a la juventud, cultivando de esta forma también su cultura ancestral.

María tiene un hijo de ocho años al que asegura le ha legado todo lo que ella aprendió de sus abuelos y padres. “Los hijos deben heredar nuestros conocimientos y amar a la Pachamama porque es la única que nos provee de alimento y vida”, mencionó. Rufino Masaquiza, historiador indígena, asegura que son pocas las mujeres en esta actividad y ellas inculcan siempre a los pequeños sobre el amor a sus raíces. (F)