Plenario. Lourdes Tibán, de Pachakutik, y Patricio Donoso, de CREO, en el hall en el debate al parto humanizado.

Las cesareas no interesan mucho a los legisladores

El parto humanizado no convoca ni a los oficialistas ni a la oposición. En el primer debate sobre este proyecto de ley, que se hizo ayer en el plenario, hubo asientos vacíos u ocupados por los legisladores alternos.

El parto humanizado no convoca ni a los oficialistas ni a la oposición. En el primer debate sobre este proyecto de ley, que se hizo ayer en el plenario, hubo asientos vacíos u ocupados por los legisladores alternos.

Incluso la presidenta del Legislativo y autora de esta propuesta, Gabriela Rivadeneira, no abrió la discusión y llegó a las 12:15.

El interés de los asambleístas se demostró en el Pleno. Algunos oficialistas opinaron que la ley no debía ser un cuerpo legal independiente, mientras opositores deambulaban en los pasillos o hablaban entre ellos.

La ley de Parto Humanizado pretende regular la práctica de la cesárea en el país. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de cesáreas en los hospitales del Estado alcanza el 79 %, mientras en las clínicas privadas es del 70 %.

Este proyecto, que obliga a los médicos a ‘denunciar’ esta práctica y a llenar formularios para ser controlados por la Autoridad Nacional de Salud, no es muy popular ni en la bancada mayoritaria de PAIS.

Por ejemplo, María José Carrión, oficialista, miembro de la Comisión de Salud y médica, cree que no es necesario. “El Código de la Salud debe incluir y regular el parto humanizado. Las madres embarazadas requieren políticas públicas”, subrayó durante el debate. Otros asambleístas de PAIS criticaron la subjetividad del parto humanizado, a través de una normativa.

Liliana Guzmán, de la lista 35, señaló que someterse o no a una cesárea es una decisión personal. “Son temas subjetivos, técnicos y científicos que debemos discutir”, dijo a EXPRESO.

Esta legisladora tuvo su primer y único hijo a los 40 años. Prefirió una cesárea a un parto vaginal y su médico nunca le empujó a esa decisión.

En cambio, Esther Ortiz, de PAIS, defendió la iniciativa. “El Gobierno está preocupado por el número de cesáreas que se hacen en el país. De 10 parturientas, siete son por cesárea”, explicó a este Diario.

Lourdes Tibán, de Pachakutik, quien presentó una ley de parto humanizado en 2012, lamentó que el proyecto que se discute no recoge nada de su propuesta. “Hay que cambiar la estructura del sistema de salud en la maternidad. El parto humanizado es una opción de vida para la madre y el niño”, dijo. Según ella, se debe reconocer a las parteras que cortan el cordón umbilical con cuchillo de pelar papas. “Cubren el rol de los médicos y nadie les reconoce sus gastos”, comentó.