Labor. Las casas de acogida son como una especie de hogar, en los que se da alimentación y educación.

Casas temporales para acoger a ninos

La catástrofe les quitó a lo que más amaban: a sus padres. Y sin ellos, su futuro se muestra incierto. Unos los perdieron para siempre, pero otros aún tienen la esperanza de que, luego de tanta conmoción, aparezcan en algún lugar y vayan a su rescate. Y mientras tanto, ¿qué pasará con estos chicos?

En Aldeas SOS ya están listas las casas de acogida donde podrán llegar algunos de ellos, al menos unos 13 a Guayaquil y 60 a nivel nacional (Esmeraldas, Portoviejo, Quito, Ibarra y Cuenca).

No se sabe cuándo se concretará el ingreso de estos chicos a estos sitios que intentan ser para ellos como una especie de hogares temporales, donde hay profesionales que se encargarán de suplir sus necesidades.

El Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) aún no tiene una cifra de cuántos niños y adolescentes han sido afectados. El primer paso es encontrar a algún miembro de sus familias que puedan recibirlos. De no ubicar a nadie, irán a albergues y casas de acogida. A los representantes de estas organizaciones ya se los ha notificado para que tengan todo listo.

Será un proceso, explica Rodrigo Del Fierro, director encargado del programa Guayaquil, de Aldeas. Cuando lleguen los menores, habrá un periodo de 72 horas para establecer cuál es la situación de cada uno. En los primeros tres meses se diseñará un plan de atención integral.

En su organización están en condiciones de recibir a chicos de 3 a 14 años.

Pero, ¿cuánto tiempo podrán permanecer allí? Es solo un lugar temporal en el que estarán hasta dos años. Y durante ese tiempo se seguirá intentando localizar a un familiar que pueda atenderlos.

Pero si no se logra, entonces se plantea la posibilidad de la adopción. “Se trabaja con la unidad técnica de adopción del MIES”, explica Del Fierro mientras viaja a dejar ayuda a las zonas afectadas.