Es el final de ocho años de alejamiento. El presidente Lenín Moreno se reunió ayer con la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y acortó las distancias que había impuesto su predecesor con esta organización.

El encuentro estuvo marcado por simbolismos, expectativa y cierto escepticismo en los sectores más radicales. Los indígenas caminaron con sus dirigentes y ocuparon la Plaza Grande. Este espacio estuvo vedado para ellos desde 2009, cuando empezó la ruptura definitiva con la revolución ciudadana.

El primer guiño vino desde el Gobierno. Moreno los recibió con noticias. El Estado entregará en comodato, por 100 años, el edificio en donde funciona la Conaie en Quito. En diciembre de 2014, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) notificó el final del acuerdo y ordenó su desalojo. La medida estaba en suspenso.

También firmó el quinto indulto a favor de Tomás Jimpikit, quien cumplía la pena de un año de prisión. La administración de la Educación Intercultural Bilingüe volverá a los indígenas.

Jorge Herrera, presidente de la Conaie, dijo que este acercamiento no es hablar del pasado, “pero sí hay heridas que hay que ir reparando y buscar que los pueblos tengamos los mismos derechos, que no seamos criminalizados”, dijo.

Dicho esto, la reunión se hizo privada y vinieron los pedidos internos. El mandato presentado por los indígenas hace referencia a la construcción de un Estado plurinacional, un cambio del modelo económico, democracia y derechos humanos, y combate a la corrupción.

Un tema sensible que ha marcado rupturas entre los gobiernos y la organización es el de la minería. Carlos Pérez, presidente de Ecuarunari, dijo que el primer tema planteado a Moreno fue que el país sea declarado territorio libre de minería metálica industrial.

¿Cuál fue la respuesta? “Que lo van a analizar, respuestas escuetas, ambiguas, genéricas. Lo de la casa de la Conaie es algo chiquito, queremos la casa grande, los territorios libres de persecución”, dijo Pérez.

Eso podría generar un primer distanciamiento en la renaciente relación. La ministra de Justicia, Rosana Alvarado, señaló que la discusión será con la Constitución en la mano. “Liberar al Ecuador de cualquier tema extractivo pone al país en una situación insostenible”, dijo.

Pero la última palabra la tendrá Moreno, que se comprometió a dar respuestas a los indígenas lo antes posible, sin especificar una fecha.

Diálogos abiertos

1. Alcaldes: Jaime Nebot, alcalde de Guayaquil, y Mauricio Rodas, de Quito, se han unido al diálogo propuesto por Moreno. Ambos apoyaron al contendor del candidato oficialista en las elecciones.

2. Candidatos: El diálogo también se extendió a los excandidatos presidenciales. El primero en acudir fue Abdalá Bucaram Pulley. Está a la expectativa que se concrete un encuentro con Cynthia Viteri y Paco Moncayo.

3. Banca: Antes de posesionarse, Moreno se reunió con los representantes de la Asociación de Bancos Privados. Les ofreció crear un ambiente económico favorable para el desarrollo del país.

4. Empresarios: Con los empresarios conformó el Consejo Consultivo Productivo Tributario con el que busca acortar las distancias generadas los últimos años. Moreno se ha reunido en varias ocasiones con este sector.