EXPRESO habló con el Ministro de Finanzas, uno de los mentores del manejo económico del país.

Carlos de la Torrre: “Ecuador no va a reestructurar una deuda que si puede pagar”

EXPRESO habló con el Ministro de Finanzas, uno de los mentores del manejo económico del país.

E n estas últimas semanas se ha convertido en una de las figuras del Gobierno más observadas y cuestionadas, pero a Carlos de la Torre eso lo tiene sin cuidado; se mantiene en su posición de seguir defendiendo preceptos del proyecto de reactivación económica. En Guayaquil, en un día marcado por reuniones que se desarrollan contra reloj, hace una pausa para decir que se siente “tranquilo” y que confía en las estrategias que se delinean para solucionar problemas tan álgidos como el pago de una deuda que asciende a los $ 57.000 millones y de la que, ha dicho, Ecuador tiene la capacidad financiera y la voluntad política para cumplir.

- ¿Qué se siente ser uno de los hombres más criticados de este Gobierno?

- Yo estoy tranquilo. He asumido con tranquilidad el cargo que tengo, estoy consciente de la responsabilidad que tengo y de la incidencia que tienen mis acciones, mis decisiones.

- ¿Qué ha sucedido en torno a este proyecto que fue presentado por el frente económico del cual usted es parte? Ha recibido tanto rechazo, a tal punto de que hay quienes piensan que se lo ha presentado como una estrategia de conspiración en contra del actual Gobierno.

- La economía va siempre de la mano de la política, nunca va a poder separarse. Esto deriva en que así como en el ejercicio de la economía hay elementos políticos, en la perspectiva de los agentes también existe un componente ideológico muy fuerte en relación a cuál debe ser el manejo económico. Y claro, esto suscita elucubraciones como estas, especulaciones, ataques que no necesariamente están enmarcadas en lo técnico sino en lo político, porque hay conflictos de intereses de ciertos sectores que se sienten afectados por estas nuevas reformas. Que son muy pocos.

- (Hasta el jueves pasado) A este proyecto se le han aplicado 149 enmiendas...

- Yo creo que debemos volver todos los ecuatorianos a tener una perspectiva de lo que es vivir en una sociedad democrática y este es un ejercicio claramente de eso. Hubo un planteamiento que evidentemente fue formulado bajo una perspectiva técnica, pero en el momento en que se socializa está bajo el análisis de otras perspectivas políticas, sociales, expectativas de diversos agentes. Pero la tranquilidad que tenemos es que quienes se sienten afectados no son las grandes mayorías.

- Pero es un sector como el productivo, conformado por grandes y medianas empresas, sobre las cuales se sostiene gran parte de la economía...

- Veamos si son fuertes. Tienen un poder económico pero no son ni siquiera la mayoría. Las grandes empresas solo generan el 30 % del empleo y son las que más utilidades han obtenido en los últimos años, pero que no quieren colaborar con el desarrollo del país. En un momento como el que vivimos es necesario impulsar el bienestar de los ecuatorianos, especialmente de los que menos tienen.

- Tras el cambio del frente económico, ¿se modificarán algunas de las metas?

- Nos mantenemos en lograr, en uno o dos años, tasas de crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto mayores al 2,5 %. Esperamos que la economía pueda desenvolverse con niveles inflacionarios reducidos, un superávit de la balanza comercial de al menos $ 1.000 millones y una meta del cierre del déficit fiscal que, en un horizonte de 4 años, nos permita llegar a 1 % del PIB con la consecuente reducción de la deuda pública de Ecuador.

- Mientras tanto afuera inversionistas, aseguradoras ubican al país en riesgo de pago. ¿Cómo han tomado estas advertencias?

Son una falsa alarma. Hay que reconocer que el nivel de endeudamiento público, que ya alcanza los $ 57.000 millones, es alto, pero Ecuador está en capacidad financiera y tiene la disposición política de cumplir esos compromisos.

¿Qué se está haciendo para bajar esa deuda pública? Una de las preguntas que se siguen haciendo algunos expertos económicos es: por qué este Gobierno no ha iniciado una reestructuración...

- Yo diría que en realidad no son expertos. En nuestra situación como país no podemos hablar de reestructuración. Se hace eso cuando el deudor ya no tiene ninguna posibilidad de pagar. Eso tendría un costo gigantesco. Significaría que estamos próximos a dejar de pagar la deuda y ahí sí sería un anuncio de default y eso significaría que se nos cierren los mercados internacionales.

- Usted antes ya lo ha dicho: que se trabajará en conseguir financiamiento en mejores condiciones para reemplazar deuda cara. Pero, ¿qué se está haciendo al respecto?

- Estamos trabajando permanentemente a nivel internacional en términos de dar señales positivas, de seriedad en el manejo económico y eso es lo que nos ha ayudado en estos últimos meses.

- De los $ 8.253 millones que el Gobierno ha fijado como necesidades de financiamiento para el pago del próximo año, ¿cuánto ya está cubierto?

- Esto se maneja desde un plan de financiamiento para todo el año. Se establecen fechas potenciales de las cuales se realizan diversas operaciones, pero no es algo que pueda anticipar porque los mercados financieros van cambiando y en función de nuestras condiciones financieras se va optando por las más convenientes.

- ¿Qué puertas tocan?

- Con el Banco Mundial y con el BID hemos mantenido conversaciones para que se nos amplíe el cupo. Asimismo hemos mantenido diferentes conversaciones con entes regionales como la Corporación Andina de Fomento, el FLAR; nos estamos acercando a la banca de inversión de diversos países: Estados Unidos, Europa, bancos de origen chino. Y nunca se descarta la emisión de bonos soberanos.

- ¿Prevén alguna emisión?

- Podemos decir que, en el corto plazo están cubiertas las necesidades del Ecuador, pero evidentemente esa podría ser una posibilidad financieramente conveniente para los siguientes meses.

- ¿En qué tiempo?

- No, eso no puedo prever. Eso dependerá de las condiciones de un mercado que son muy variables de un día a otro. Eso veremos en el camino.

- ¿El Fondo Monetario Internacional será tomado en cuenta?

- De ninguna manera. Eso también es un recurso de última instancia. Eso es para países que están en una situación desesperada, que no pueden conseguir recursos y que por sí mismo no pueden formular un programa económico para poder conducir la economía. Nosotros, pese a los problemas, tenemos todo bajo control. El mensaje a la ciudadanía es no preocuparse, pero fundamentalmente que no se deje engañar porque nos están mintiendo en función de tratar de alinearnos para apoyar intereses particulares para los cuales somos útiles mientras esos intereses puedan seguir avanzando.