Tarea. Directivos y docentes ahora tienen más tiempo para planificar sus clases, en su casa o en el plantel.

La carga administrativa aun pesa en el tiempo del maestro

Una nueva plataforma digital busca aliviar el trabajo del docente y le permite planificar e innovar. Quienes no manejan la tecnología siguen estancados.

Aquella carga administrativa y la esclavitud al documento escrito, que constituía un yugo para el docente, poco a poco está desapareciendo, especialmente para quienes manejan la tecnología. Aunque para el maestro que no maneja el computador, todavía el estrés domina su tiempo.

Ahora muchos maestros solo llevan los documentos necesarios para manejar la clase y se olvidan de otros papeles (informes, formularios, matrices, etc.) que debían llenar a diario con datos de estudiantes y padres de familia, para reportarlos a los distritos educativos.

A través de una renovada plataforma digital, que funciona desde abril pasado, se ha podido reducir la carga administrativa de los docentes, ahorrar su tiempo y disminuir el uso del papel, porque no es necesario imprimir los documentos.

En esta herramienta informática registran información curricular, asistencia, calificaciones escolares de forma rápida y eficiente. “Ese tiempo agobiante que teníamos antes, lo estamos destinando en mejorar la clase, la calidad de tiempo en contacto con el alumno, la planificación, la evaluación y nuestra propia capacitación”, menciona Mirian Narváez, docente que imparte la asignatura de Educación para la ciudadanía, en la Unidad Educativa Alfredo Llerena.

Cuenta que el Plan Curricular anual le tomada más de 30 días elaborarlo, ahora lo hace en tres días porque existen plantillas que permiten seleccionar ítems para evitar errores de digitalización. “Antes yo llegaba al colegio con sueño por levantarme en la madrugada a llenar formularios y matrices para subirlos a un sistema que siempre estaba colapsado. Ahora vengo más animada y creativa para exponerles a mis alumnos clases innovadoras que he preparado con detenimiento”.

Pero el estrés todavía mantiene atrapado a muchos maestros que están divorciados de la tecnología y no pueden hacer uso de la plataforma digital. El panorama para ellos se vuelve más agobiante porque no pueden volver a los papeles, ya que en la comunidad educativa se promueve la cultura y conciencia ambiental.

En cambio, Sandra Chantong, rectora del colegio Alfredo Llerena, está contenta. Dice que su trabajo se facilita al momento de asignar profesores, tutores, horarios, materias y jefes de área. “No es necesario el uso constante de Internet, solo se necesita la conectividad de cinco minutos para el envío de la información”.

Mientras que Javier Manjarréz, maestro de cuarto básico, explica que el control de asistencia es ágil, pues únicamente registra la información de inasistencia de los estudiantes. El cálculo total, que incluye días asistidos, faltas justificadas e injustificadas, es automático.

“Con menos estrés dedicamos más tiempo a los estudiantes”, enfatiza el docente, quien ha inventado algunos juegos para hacer más interactivas sus clases. Además se apoya con vídeos didácticos que facilita la misma plataforma. “Ya no tengo que destinar tiempo elaborando papelógrafos; llevo a los estudiantes a un laboratorio y les proyecto algún vídeo relacionado con el tema que abordaremos”, asegura.

A quienes tienen dificultad para manejar la plataforma, se les impulsará actualizaciones enfocadas en la tecnología.

No todos han sido capacitados

Algunos maestros, como Juan Andrade, de 60 años, quien labora hace 30 en una escuela fiscal del sector del Guasmo, en el sur de la ciudad, aún desconocen el manejo de la plataforma virtual. “No me han capacitado, por eso se me dificulta llenar en línea (Internet) aquellos datos que antes lo hacía en papel”.

Otro docente de 55 años dice que la portátil que le dio el Ministerio de Educación se le dañó y no tiene computador para realizar este trabajo.