2.600 policías fueron designados para vigilar la estabilidad en las cárceles del país.

En las carceles se hara uso progresivo de la fuerza

Será permitido el uso de gases si se producen enfrentamientos entre reos.

La Policía empezará a usar gases al interior de las cárceles como una primera etapa de disuasión en caso de que se produzcan nuevos incidentes entre las personas privadas de la libertad.

Este 1 de junio de 2019, el general Byron Vallejo que, desde el viernes, es el director de la contingencia penitenciaria en Latacunga, Guayaquil y Cuenca, dio algunos detalles de cómo actuarán los uniformados.

El oficial explicó que, a diferencia de los guías penitenciarios, los 2.600 policías destinados a “pacificar” las cárceles, mientras dure la emergencia decretada por el presidente Lenín Moreno, sí están dotados de armas de fuego.

Se hará uso progresivo de la fuerza cuando se presenten incidentes entre reos. “En este momento he dispuesto ya el uso de gases, en uso progresivo de la fuerza”, anunció Vallejo.

Además, agentes de grupos élite de la policía estarán a cargo de los presidiarios considerados peligrosos o que lideran bandas criminales desde el interior de la prisión.

Han sido identificados cerca de un centenar de reos que serán reubicados a zonas especiales en El Turi (Cuenca), La penitenciaría de Guayaquil, Latacunga y El Rodeo en Portoviejo.

Esto, dentro de un plan de reorganización y reubicación penitenciaria que clasificará a los privados de libertad en baja, mediana y alta peligrosidad.

Vallejo confirmó que las seis muertes que se produjeron el jueves 30 de mayo en la cárcel de Guayaquil responden a una serie de venganzas y luchas por el control territorial de dos bandas delictivas: los “lagartos” y los “choneros”.

Estas no son las únicas agrupaciones que buscan generar caos y actos violentos en las prisiones. Unidades de inteligencia de la policía aseguran que tienen identificadas a otras, pero prefieren mantener el número y los nombres en reserva.