Carameleros en los buses

Un problema diario en Guayaquil y que resulta incómodo para quienes nos transportamos en buses, es la visita de los llamados carameleros, no solo por interrumpir la estancia, que de por sí no es tan agradable en esas unidades, sino también por la forma en que estos amedrentan e intimidan a los usuarios para que compren sus productos.

Hay de todo, padres desempleados que buscan desesperadamente una salida a su inconveniente y así llevar dinero a su hogar; patanes, desaliñados, irrespetuosos y fastidiosos sujetos se empeñan en infundir miedo a la ciudadanía para conseguir dinero que todos sabemos para qué lo necesitan: drogas.