Sobre las canteras

La duda que existía quedó finalmente despejada por Humberto Cholango, ministro encargado de Ambiente. De las diecisiete canteras que son explotadas en la vía a la costa (junto a áreas pobladas) solo una de ellas cuenta con permiso ambiental, mientras las otras dieciséis no son controladas por nadie.

Distinto es el destino de las canteras en otros lugares del planeta. Entre las ciudades de Barcelona y Girona, en Cataluña, la antigua cantera de roca caliza del Turó de Montcada, antes un hueco polvoriento y árido, luce hoy frondosa y verde. La recuperación ha sido tan exitosa que diversas especies animales que habían desaparecido han ido regresando. La antigua cantera es hoy un lugar de visita y esparcimiento y uno de los ejemplos de recuperación de un paisaje degradado por la sobreexplotación extractivista.

En la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil, y dentro de las propuestas de acupuntura urbana que fueron desarrolladas por su alcalde Jaime Lerner, una antigua cantera ubicada dentro de la ciudad fue convertida en el Parque de las Pedrerías. El enorme hueco que había dejado la cantera es hoy una gran laguna artificial rodeada de abundantes áreas verdes y diversidad de flora y fauna que ha regresado a lo que antes fue su hábitat natural. Sobre el lago se construyó un teatro: la Ópera de Alambre, diseñada por el arquitecto brasileño Domingos Bongestabs, con capacidad para 2.100 espectadores. Junto a esta está la sede de la Universidad Libre del Medio Ambiente, edificada con los postes de madera que eran utilizados para la electricidad de la cantera.

Cuando en otras partes del mundo se desarrollan esfuerzos exitosos por recuperar estos espacios horadados en las montañas aquí nadie se hace responsable por la contaminación ambiental y los graves daños al ecosistema que las canteras ocasionan. Mientras Curitiba es un ejemplo mundial de ciudad ecológica, responsable y creativa en la recuperación de sus espacios, en Guayaquil siguen sin responderse las continuas denuncias acerca de la afectación de las canteras sobre la ciudad y sus habitantes.