Problema. Pese a que no es invierno, por el canal pasa agua, pero esta es de color verde y emite malos olores.

Un canal acumula males que afectan a tres sectores

Vecinos de Las Orquídeas, Mucho Lote y Los Vergeles piden su limpieza. Por la zanja circula agua contaminada. Hay malos olores y proliferación de insectos.

Cuando Luisa Correa llegó a vivir a la ciudadela Las Orquídeas, hace más de un año, no pensó que tendría que aprender a lidiar con los malos olores, las ratas y los mosquitos desde que amanece.

Asegura que le costó mucho acostumbrarse, más porque cuando no llueve (la mayoría de meses en el año) el malestar se vuelve insoportable. “Nosotros nos despertamos con esos olores y además tenemos los zancudos. Proliferan en la mañana y ya tipo 4 de la tarde también. Todo es producto del agua y de esa hierba que se acumula ahí. Eso nos tiene mal”, cuenta mientras le tapa la nariz a su hija pequeña.

Los malos olores y los insectos a los que ella se refiere salen de un canal de aguas lluvias que está ubicado entre Las Orquídeas, Mucho Lote y Los Vergeles, en el norte de Guayaquil y en el que también desembocan las aguas que ingresan a las alcantarillas, producto del riego de plantas, limpieza de veredas o aseo de carros en la vía pública.

Sin embargo, actualmente en ciertos tramos de la zanja se acumula basura, maleza y el líquido que por ahí circula, que termina en el río Daule, es de color verde y está contaminado.

“Cuando esto se seca es repugnante, uno prefiere encerrarse en las casas para que ese olor no ingrese. Los niños se enferman, a nosotros nos duele la cabeza y ya no sabemos qué hacer para que limpien esto”, menciona Julio Caballero, morador de Mucho Lote 1.

Alexandra Villón, también de Las Orquídeas, tiene una tienda de venta de pollos y asegura que su rentabilidad se ha visto afectada, pues su local está frente a un tramo del canal. “La gente desconfía porque cree que puede enfermarse si compra aquí. Yo he optado por prender incienso para disipar el olor”, indica.

Otros vecinos, como Mirella Ávila, reconocen que la falta de conciencia de los habitantes influye en la contaminación del canal. “La gente no colabora y bota la basura también. Eso provoca que se tape y se mantenga el mal olor. Además, hay muchos que descargan las aguas servidas en esa zanja y por eso es que está lleno sin que llueva”.

Ilfn Florsheim, vocera de Interagua, menciona que aunque ellos no han detectado descargas ilegales en el canal, sí consideran importante recordarle a las personas que no deben lanzar desechos.

“Existe un sistema de recolección en la ciudad con sitios y horarios programados, desgraciadamente la gente mal utiliza los canales botando basura en ellos, la que obviamente se descompone y es la causante de malos olores y problemas en las comunidades”.

Además, frente al pedido de limpieza urgente que hacen los moradores, explica que eso se realiza de acuerdo con un plan anual, que va de octubre a diciembre en una primera fase y en una segunda fase de enero a marzo. “Nuestra misión en relación a los canales es que estén expeditos para la llegada del invierno y durante la época de lluvias”.