Camino de servidumbre

Regresó a hurtadillas, en costoso jet privado y por puerta desconocida. Cambió su ruta e itinerario, por miedo al rechazo popular. Presume ser Luis XIV, Mao Zedong. Muamar el Gadafi, Hosni Mubarak, Sadam Huseín, Benito Mussolini, José Stalin, Adolfo Hitler, Fidel Castro, Raúl Castro, Che Guevara, Hugo Chávez. Socialistas multimillonarios. Tiranos. Como 10 dictadores de África, antigua URSS y Corea del Norte.

Cree ser dueño del país y del Estado: constitucional, legislativo, político, judicial o policial. Así nació la corrupción. Preventas petroleras secretas con China. A dedo. E impuestero. Coimas. Concusión. Odebrecht.

Pretende gobernar hasta morir. Eterno. Necio, autoritario, agresivo, insultador, colérico, irrespetuoso, violento, alevoso. Violó su propia Constitución. Demagogo. Sin valores. Déspota.

Revolución obsoleta. Planificación autoritaria. Su economía revela corrupción, desempleo, delincuencia e inseguridad. Deudas gigantescas. El tráfico, consumo de drogas y la inmigración ilegal arrasan al país.

Humillante. Nuevos y descarados ricos, sin producir. Nos dejó en camino de servidumbre.

Confronta con el presidente Lenín Moreno, cuyo respeto y estilo consolidan su gobierno.

Friedrich A. Hayek (1899-1992) en su libro Camino de Servidumbre (1944) y Premio Nobel de Economía (1954) derrumbó esa visión colectivista que produjo el comunismo y el fascismo. Siguen vivos. El Estado mínimo es opuesto al Estado obeso que destruye la libertad. El mensaje del libro mantiene vigencia. Margaret Thatcher en Gran Bretaña, Ronald Reagan en EE.UU. y Juan Pablo II en Europa detuvieron al totalitarismo.

Abundancia de ingresos. Su control, dispendio, manipulación de divisas, iniciaron la sumisión de la economía. Sometió la libertad individual de todos.

Imposible viajar. Oneroso comprar y difícil vender. Los medios de prensa se limitaban a lo que la opinión oficial aprobaba. El control efectivo de la opinión fue igual al que ejercieron absolutistas de los siglos XVII y XVIII.