Responsabilidad. El vivero donde se está cultivando el césped para el Mundial de Fútbol Catar 2022. Los organizadores aseguraron que la superficie será la mejor de la historia, para garantizar la calidad del espectáculo deportivo.

En busca del cesped perfecto para Catar

El centro de investigación cuenta con un laboratorio y diferentes áreas, en una de ellas se cultivan doce tipos de césped distintos bajo sombra, con poca luz y a pleno sol. En otra zona experimentan con la cantidad de agua necesaria para el mantenimien

En Catar no quieren dejar al azar el más mínimo detalle para su Mundial de Fútbol de 2022, por eso cultivan con absoluto mimo y algunas dosis de secretismo el césped que vestirá sus estadios, en los que podrían lucir tipos de hierba “jamás vistas antes en otros lugares del mundo”.

“Buscamos el mejor tipo de césped que pueda resistir (el clima) aquí, en Doha y en la región. Tenemos muchos tipos, como se puede ver en los estadios del país, que tienen céspedes de calidad, pero aquí queremos lo mejor de lo mejor”, afirma Yaser Abdulá Mulá, responsable catarí del centro de innovación y desarrollo (I+D) de césped, durante una visita al vivero donde lo cultivan.

La hierba, aunque es “made in Qatar”, como cuenta con orgullo a los periodistas Abdulá, provienen de semillas importadas desde distintas partes del mundo, a las que someten a diferentes pruebas para comprobar su idoneidad.

“El césped es algo que el mundo va a observar porque la gente va al estadio a ver a los futbolistas jugar sobre el césped, así que será la imagen que se dé del Mundial y de los partidos, por eso invertimos tanto dinero y tiempo”, dice Abdulá, que se resiste a mencionar la cantidad de dinero invertido en este proyecto.

El criadero de donde saldrá el tapiz verde sobre el que fijarán sus ojos millones de aficionados y cámaras de todo el mundo, está emplazado en Maraj, una antigua zona de granjas de 70 años, que se encuentra en las afueras de Doha y que estaba dedicada a abrevar al ganado y al cultivo de palmeras datileras.

Las tres condiciones que buscan para la hierba es que resista los diferentes tipos de luces y sombras en los estadios, que sea perfecta para los jugadores y, finalmente que sea estética, que luzca perfecta extendida sobre el terreno de juego.

El centro de investigación cuenta con un laboratorio y diferentes áreas, en una de ellas se cultivan doce tipos de césped distintos bajo sombra, con poca luz y a pleno sol.

En otra zona experimentan con la cantidad de agua necesaria para el mantenimiento con irrigación y con el tipo de suelo; y, por último, cuentan con un campo de fútbol con césped natural bautizado ‘Latitud 36’ que aseguran que es pionero en el mercado.

Es un tipo especial de hierba diseñado para la estación estival, escogido por la fiabilidad que ha demostrado tener, además de la “resistencia” que muestra con el balón, asegura Abdulá, que insiste en que pretenden que el esférico se mueva como si se deslizara por una tela de seda.