Los fríos números lanzan la voz de alerta. En lo que va de 2021, las cifras oficiales de la presencia del dengue en el país superan considerablemente a la de los últimos cinco años. La enfermedad transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti registra una alta incidencia que no tenía hasta antes de la pandemia de la COVID-19.

A la semana 26 de este año, el Ministerio de Salud Pública reporta 14.136 casos. Son 2.497 más que los registrados en igual período del 2020, cuando se notificaron 11.639.

EXPRESO anticipaba hace tres meses sobre la inquietante situación que coincidentemente se agudizó con la aparición del coronavirus. Especialistas consultados consideran que en Ecuador se presenta un brote epidemiológico de dengue.

Este medio consultó al Ministerio de Salud sobre los factores que han contribuido al aumento de casos en los dos últimos años y las acciones sanitarias que se han adoptado para el control de la enfermedad, pero hasta el cierre de este artículo no hubo un pronunciamiento.

Las provincias con mayor incidencia de notificaciones son Guayas (6.313), Manabí (2.233) y Esmeraldas (1.032), que acumulan el 67,8 % del total a nivel nacional.

El reporte de Salud indica que 12.757 casos corresponden al tipo de dengue que no causa complicación al contagiado, mientras que 1.336 son con signos de alarma. Del tipo de virus que causa problemas hemorrágicos (dengue grave) se registran 43 casos.

La población más afectada por la enfermedad son los niños. De acuerdo con los reportes de Salud, 5.539 menores de entre 5 y 14 años figuran entre los contagiados.

Dos médicos epidemiólogos consultados por EXPRESO creen que ante la prioridad por atender la pandemia por SARS-CoV-2, el control epidemiológico del dengue perdió fuerza en el país.

El doctor Washington Alemán sostiene que todas las medidas que históricamente se venían haciendo en la lucha contra el Aedes aegypti pasaron a un segundo plano. “Eso ha hecho que probablemente las tasas o las cifras desde inicio de pandemia sean subregistros”, subraya.

El experto cuestiona el desmantelamiento de organismos especializados de salud, entre ellos el Servicio de Erradicación de la Malaria (SNEM). “En tiempos de la COVID nos dimos cuenta que fue una de las mayores deficiencias que hubo, y ahora, en la lucha contra los vectores, esta ha sido una de las áreas más afectadas”.

El doctor Moisés Cajías afirma que en Ecuador se registra un brote epidémico de dengue, “que aunque no es para alarmarse tampoco es para que haya despreocupación”.

El especialista no descarta que este incremento de casos sea el resultado de que el control de la enfermedad fue relegado por la atención que se centró en la COVID-19. “Probablemente hubo el descuido de atender una sola enfermedad, cuando estamos en un país donde se dan todas las condiciones para que se desarrolle el dengue”, reflexiona.

Alemán, de su lado, considera, no obstante, que el aumento de casos que reporta el MSP se debe básicamente porque ha mejorado la vigilancia. “Tanto el Ministerio como los municipios están atendiendo otras áreas aparte de la COVID-19 y se están teniendo datos más reales”, puntualiza.

Cajías recomienda el trabajo conjunto entre las autoridades sanitarias y los gobiernos locales. “Aparte de la fumigación, es necesario que se eduque a la comunidad y que, por ejemplo, se dé su participación para la destrucción de criaderos en territorio. Así podrá haber una verdadera vigilancia epidemiológica”, indica.

EL DETALLE

Más incidencia. Guayas, la provincia más afectada por el dengue, presenta 5.619 casos sin complicación, 660 con signos de alarma y 34 de tipo grave (hemorrágico), según la gaceta epidemiológica publicada por el Ministerio de Salud. La tasa de la provincia es de 129,3 por cada 100.000 habitantes.