
Bravo, con amor de madre a RIO 2016
Agenda. La triatleta azuaya retomó los entrenamientos en Cuenca. Antes de ir a Río competirá en una Copa Panamericana en Ibarra.
“Como madre tengo que aprender mucho para dar a mi hijo; y, como deportista esto es fruto a la constancia heredada de mis padres”. Con esa frase Elizabeth Bravo, triatleta ecuatoriana recientemente clasificada a los Juegos Olímpicos, resume su momento actual.
Cuencana y de 29 años. ‘Liz’ logró cupo sin precedentes. El pasado 21 de enero se convirtió en madre de su primogénito Juan Francisco, y menos de cuatro meses después, el 17 de mayo, ya tenía el cupo a Río.
Fue segunda en la Copa Continental con un tiempo de 1h3m33s, detrás de la rusa Anastasia Polyanskaya y antes de la argentina Romina Biagioli.
De pelo corto, 1,60 de estatura y 48 kilos de peso, está de regreso. Ayer entrenaba con la misma o mayor fuerza que le ha dedicado a más de una década de carrera deportiva. Dice sentirse completa con los logros como madre y deportista.
“El camino a los Juegos Olímpicos ha sido duro, de prácticas muy exigentes... Con apenas 4 días después de haber vuelto del descanso maternal logré una meta deportiva: ir a Río”, manifiesta hoy con una amplia sonrisa.
Durante el embarazo, ‘Liz’ -como conocen a la deportista- nunca dejó de entrenar, tan solo disminuyó el volumen de cargas, e incluso el día del nacimiento de su hijo, practicó natación en los 2.500 metros de altura de Cuenca.
Los cuatro días que dejó a un lado las prácticas, fue por un cuadro de anemia que presentó tras el nacimiento de Juan Francisco. Pero todo el proceso estuvo controlado médicamente y por su entrenador Francisco Tirado, quien es a la vez el esposo de Bravo.
Entre su historia deportiva y sentimental, la triatleta contó que su esposo fue inicialmente compañero de deporte. Tras seis meses de conocerse se declararon amor un 26 de febrero y, un año dos días después, febrero 28, se casaron.
En lo deportivo, “los logros son tan lindos que los disfrutamos juntos, dentro del hogar y la familia” explicó la triatleta.
Los dos últimos años han sido duros y cruciales para Bravo. Participó en 11 de 12 competencias; ahora viene la parte más difícil que es llegar en forma a Río. Lo que sigue es entrenar en su natal Cuenca y participar en una Copa Panamericana en Ibarra, de ahí a Río directo.