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Bomberos conmemoran el Dia Internacional de los Museos recreando tradiciones

Alrededor de 100 niños recorrieron las instalaciones del museo Jefe Félix Luque Plata, ubicado en el centro de Guayaquil.

Alumnos de dos unidades educativas visitaron el museo, este viernes 17 de mayo.

El sonido inconfundible de las campanas avisaba un hecho que todos sabían: un incendio en Guayaquil. Pero nadie se alarma, ni siquiera las personas que tocan esos enormes timbres que cuelgan del techo: se trata de una muestra sobre cómo se anunciaba un flagelo en la ciudad antes de 1800.

La escena la observaron alrededor de 100 niños, alumnos de dos instituciones educativas de la urbe, invitados al evento. Horas antes, allí mismo, en el Museo del Bombero Ecuatoriano Jefe Félix Luque Plata —ubicado en la avenida Malecón Simón Bolívar y calle General Cornelio Escipión Vernaza— una obra teatral enseñó a los estudiantes el origen del popular platillo caldo de salchicha.

“Antes, en Guayaquil habían muchas haciendas. Los propietarios brindaban a los bomberos que tenían cerca, las viseras de los cerdos. Ellos las limpiaban y hacían un caldo con estas. De ahí el nombre caldo de manguera: lo que ahora se dice caldo de salchicha. Un nombre en honor a los bomberos”, dijo Alfonso Andrade, capitán de bomberos y director del museo.

Estas fueron dos de las actividades se realizaron este viernes 17 de mayo de 2019 en ese museo patrimonial, con el objetivo de rescatar las tradiciones bomberiles, en el marco del Día Internacional de los Museos, que se conmemora este sábado.

Una de las recreaciones que más disfrutaron los asistentes fue poner en acción una bomba de agua de 1878, que fue usada por los miembros del Cuerpo de Bomberos para apagar dos grandes incendios de la historia del Puerto Principal: los de 1896 y 1902.

Además de los voluntarios de la casaca roja, llegó Segundo Gamboa, de 107 años. Le empecinaba recorrer ese espacio porque le recordaba la época en la que fue bombero. Uno de los mejores de su natal cantón Salitre, asegura.

“Sacamos el agua del río y apagábamos los incendios. Para todo flagelo me buscaban a mí”, cuenta desde su silla de ruedas, con una cálida sonrisa. Su nieto, Pablo Gamboa, bombero voluntario lo llevó al recorrido.

Los estudiantes también conocieron la historia detrás de las piezas exhibidas en el museo como uniformes y carros antiguos.

El Cuerpo de bomberos de Guayaquil es el más antiguo de Sudamérica con 184 años de creación.